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El presidente Javier Milei, está evaluando la posibilidad de adelantar las elecciones legislativas a julio, con el objetivo de cumplir con la exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de devaluar el tipo de cambio. Esta medida es considerada esencial por el FMI para liberar los dólares necesarios y fortalecer las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Sin embargo, el gobierno actual se muestra reticente a implementar la devaluación antes de los comicios, debido al temor de que esto provoque un aumento significativo de la inflación.
Milei ha asegurado que el acuerdo con el FMI se cerrará a mediados de abril, pero en el mercado persisten dudas debido a la falta de definiciones sobre el nuevo esquema cambiario, que representa el principal obstáculo en las negociaciones. Además, expertos señalan que, incluso si se alcanza un acuerdo, es poco probable que se concrete en esa fecha debido a los procedimientos burocráticos del Fondo.
El FMI exige al gobierno argentino la unificación del tipo de cambio y la adopción de una flotación entre bandas, lo que implicaría una devaluación del tipo de cambio oficial. Aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, ha negado esta posibilidad, el mercado ya anticipa la devaluación y, en las últimas semanas, se ha observado un desarme del carry trade.
La principal incógnita es el momento en que se llevará a cabo la devaluación. Milei y Caputo buscan evitar que ocurra antes de las elecciones, ya que temen que un aumento de la inflación conduzca a una derrota electoral. Sin embargo, la continua pérdida de reservas plantea dudas sobre la viabilidad de mantener el tipo de cambio actual hasta octubre sin devaluar.
Ante esta situación, el gobierno considera adelantar las elecciones legislativas a julio, lo que permitiría posponer la devaluación hasta después de los comicios, aseguraron desde La Política Online. Esta estrategia recuerda al “plan aguantar” implementado por Sergio Massa, que culminó con una devaluación inmediatamente después de las PASO de 2023. No obstante, adelantar las elecciones requiere una ley del Congreso que modifique el Código Electoral, la cual debe ser aprobada con mayoría especial en ambas cámaras, lo que implicaría una compleja negociación política.
Este escenario refleja la encrucijada en la que se encuentra el gobierno argentino. Un informe del JP Morgan destaca la recuperación económica del país, pero advierte que esta depende de la consistencia del esquema cambiario. El informe señala que, sin una corrección en la política cambiaria, los recursos del FMI podrían no ser suficientes para estabilizar la economía a largo plazo.
En resumen, la posibilidad de adelantar las elecciones legislativas a julio surge como una estrategia del gobierno de Javier Milei para cumplir con las exigencias del FMI respecto a la devaluación del tipo de cambio, sin comprometer sus posibilidades electorales debido a un posible aumento de la inflación. Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos políticos y requiere una cuidadosa negociación en el Congreso para su implementación.
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