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Javier Milei cerró su visita oficial a España este sábado con una reunión de una hora con un grupo reducido de empresarios ibéricos, en la residencia del embajador argentino en Madrid. El encuentro, cuidadosamente preparado por el embajador Wenceslao Bunge, fue calificado como “muy bueno” por fuentes diplomáticas y representó un primer acercamiento directo del mandatario argentino con el empresariado español en su actual mandato.

El Presidente llegó a las 10.56 (hora local) acompañado por su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y el canciller Gerardo Werthein. Del otro lado del portón, en la elegante calle Fernando El Santo, del barrio madrileño de Almagro, lo esperaban diez ejecutivos con intereses estratégicos en la economía argentina, seleccionados por su proyección e influencia sectorial.

Bancos, energía y farmacéutica en el radar del Gobierno

Entre los participantes sobresalieron Jorge Sáenz-Azcúnaga (CEO regional del BBVA) y Héctor Grisi Checa (consejero del Banco Santander), dos de los principales referentes del sistema financiero español con operaciones activas en Argentina. También estuvo Pedro Larrea Paguaga, director general de Naturgy, empresa que busca renovar su concesión para la distribución de gas natural en el país por otros 20 años.

En el sector farmacéutico, el invitado destacado fue Leandro Sigman, hijo del reconocido empresario argentino Hugo Sigman y actual líder de Insud Pharma desde Madrid. El grupo, históricamente ligado al progresismo, sorprendió meses atrás al aportar $4 millones a la campaña de Milei mediante una de sus firmas, Chemotécnica.

El abanico empresarial se completó con figuras como Fernando Abril-Martorell (Urbaser), Ismael Clemente (Merlin Properties), Demetrio Carceller Arce (Damm y Disa Corporación), y Alberto Torrado (Alsea). También asistieron Moisés y André El Mann Arazi, fundadores del Grupo E, conglomerado con fuerte presencia en real estate.

Sin contacto político: Milei evitó al Gobierno de Sánchez y la Casa Real

En su segunda visita a Madrid en menos de una semana, Milei evitó todo tipo de encuentro con el gobierno de coalición de Pedro Sánchez, como ya es habitual en su vínculo gélido con el Ejecutivo español. Tampoco hubo contacto con el Rey Felipe VI, jefe del Estado. El Presidente eligió centrar su actividad institucional en su relación con el empresariado, un gesto que fue valorado positivamente por los asistentes a la reunión, según confirmaron fuentes diplomáticas.

La falta de contactos políticos oficiales fue compensada con gestos hacia el entorno económico. Según trascendió, los empresarios mostraron “gran interés” en el rumbo económico que propone Milei desde su llegada a la Casa Rosada. Entre los temas discutidos habrían estado las condiciones del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el clima macroeconómico argentino y las expectativas de mediano plazo para el retorno de capitales.

La estrategia del embajador Bunge y el retorno presidencial

Wenceslao Bunge, embajador argentino en España desde diciembre, fue clave en la organización del encuentro. Con pasado ejecutivo en Credit Suisse y Jones Lang LaSalle, Bunge conoce a fondo el entramado corporativo español y aprovechó esa experiencia para convocar a representantes de los sectores que el Gobierno de Milei busca priorizar: energía, banca, residuos, turismo y farmacéutica.

Tras finalizar la reunión al mediodía, los empresarios abandonaron la residencia en un clima de cautela pero interés. Milei, por su parte, partió rumbo al aeropuerto para abordar el vuelo presidencial de regreso a Buenos Aires, tras nueve días en el exterior.

Las inversiones, entre la expectativa y la prudencia

La reunión se dio en un contexto donde el propio Gobierno argentino reconoce que las inversiones españolas en el país “no han fluido como deberían”. Así lo expresó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien también estuvo en Madrid durante la semana participando del Foro América. Allí, detalló los planes de largo plazo que proyecta la administración libertaria y advirtió que muchas inversiones requieren garantías que exceden un ciclo político.

“Las inversiones que nosotros permitimos entrar a través del RIGI son inversiones cuyos retornos, por lo general, exceden el ciclo político”, expresó Quirno, al tiempo que remarcó que “Argentina podría devolverle al sector privado medio trillón de dólares en 8 años, con baja de impuestos incluida”.

Frente a la consulta recurrente de los empresarios sobre la sostenibilidad política del rumbo económico, Quirno respondió: “Lo único que tienen que mirar es si nosotros estamos ordenados macroeconómicamente, porque de ahí resulta todo”.

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