El fondo Burford pidió a la jueza de Nueva York Loreta Preska la transferencia a su favor del 51% de las acciones de YPF que posee el Estado argentino desde que expropió la compañía en 2012.

Burford adquirió los derechos de Petersen Energía, empresa de la familia Eskenazi, que estaría asociada en un 30% del cobro si la justicia falla a favor del fondo.

La demanda que ya lleva más de 9 años de trámite, y está en proceso de apelación, llegó después de que la jueza Preska fallara en contra del país y lo encontrara culpable de expropiar mal la petrolera en 2012.

Burford había solicitado días atrás quedarse con el paquete accionario, en una solicitud secreta. Argentina pidió que se hiciera público y Preska aceptó.

La Ley de Expropiación dice que “se encuentra prohibida la transferencia futura de las acciones sin autorización del Congreso de la Nación votada por las dos terceras partes de sus miembros’”, indicó el experto.

Consideró que esto ocurre porque la Argentina “no puso una garantía en enero como estaba previsto y porque no hay negociaciones con los beneficiarios del fallo”.

“Sí que es factible que la jueza autorice el traspaso de las acciones. Ya dijo que podían ser utilizadas como garantía. Si eso pasa y el Estado no cumple entraría en desacato con la corte norteamericana, algo que ya pasó con el juez Thomas Griesa, hace casi 10 años. Entrar en desacato una vez más con una corte americana sería complicado. Creo que lo que quiere Burford es negociar, hacer ruido”, indicó.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios