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Bajo el título “al aislamiento económico sobre los patagónicos ahora suman el aislamiento aéreo“, los intendentes de la región, entre los que se encuentran Pablo Grasso (Río Gallegos), y Othar Macharashvilli (Comodoro Rivadavia) sentaron postura respecto de la decisión de Aerolíneas Argentinas que suspendió el Corredor Atlántico, que conectaba a Río Gallegos con otros 5 destinos.
El vuelo 1608, que operaba los lunes, miércoles y viernes desde Bahía Blanca hacia el sur, y los martes, jueves y domingos en sentido inverso, era una opción cómoda y accesible para muchos viajeros. Sin embargo, la compañía aérea justificó su decisión argumentando que la ruta, partiendo desde Aeroparque, no era tan eficiente como cuando salía desde Ezeiza.
“Con el discurso de la eficiencia y el déficit cero, surge desde la Casa Rosada y cómplices en las provincias una nueva embestida sobre los vecinos de la Patagonia al dejarnos sin el ‘Corredor Atlántico‘ por parte de nuestra Aerolínea de Bandera, una ruta fundamental que permitía unir Buenos Aires, Mar del Plata, Trelew, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos con tres frecuencias semanales”, expresaron los intendentes.
Según expresaron, “esta decisión se suma a la quita de subsidios al transporte, la dolarización de las tarifas y una recesión que está sometiendo al pueblo trabajador de todas las provincias patagónicas y el país entero”. En ese aspecto, destacaron que este corredor “tiene una impronta verdaderamente federal y potencia el desarrollo turístico y de negocios de todas las ciudades que lo integran, sin que los pasajeros tengan que pasar por Buenos Aires para viajar por el país”.
En el mismo sentido, manifestaron la necesidad de sostener las frecuencias de LADE incluyendo el puente aéreo sobre el Estrecho de Magallanes. “Desde el Foro Patagónico de Ciudades Atlánticas vamos a trabajar por el restablecimiento del Corredor Atlántico y resistir a cada una de las acciones que perjudiquen nuestra región, pero fundamentalmente a cada uno de los vecinos de nuestras ciudades”, expresaron finalmente.
Como comentamos este martes cuando trascendió la decisión de Aerolíneas, la cancelación de este corredor aéreo tendrá un impacto directo en los viajeros, quienes ahora se verán obligados a buscar alternativas con mayores costos y menos comodidad. Muchos deberán realizar escalas adicionales para llegar a sus destinos, lo que implica más tiempo de viaje y mayores gastos.
Pero también tendrá otros impactos negativos. Esta situación generará preocupación en el sector turístico de Río Gallegos y otras ciudades afectadas, ya que podría disminuir la afluencia de visitantes y afectar la economía local, como ser menor presencia hotelera y gastronómica que en las ciudades patagónicas son claves para dinamizar la economía
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