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La senadora fueguina Cristina López (justicialismo) tuvo un fuerte cruce con la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, debido al incidente que vivió semanas atrás cuando la legisladora fue desalojada del despacho del que se había hecho cargo a partir del recambio de la Cámara Alta.
La diputada del interbloque Popular emprendió contra la vicepresidenta, contra quien dirigió una cuestión de privilegio para expresar su “preocupación” por lo que a su juicio está sucediendo en el Senado, y que en lo que a ella refiere atribuyó a “una represalia por haber jurado por los 30 mil desaparecidos”.
La senadora denunció “el mecanismo de violencia institucional” que le endilgó a Victoria Villarruel, quien como respuesta le pidió que no leyera la moción de privilegio que estaba plantando.
López la acusó de haber ordenado el cambio de cerradura y el retiro de la placa del despacho 742 que aseguró que ocupaba junto al exsenador salteño Sergio Leavy. “Tomó posesión de mis bienes personales y laborales, y aún esos bienes no han sido restituidos, como ordenó la Fiscalía 11”, señaló, ante lo cual Villarruel insistió en reclamarle que no leyera.
“¿Alguien puede decir algo tranquila, después de lo que me hicieron?”, replicó López, a lo que la presidenta de la Cámara le contestó: “Si usted usurpa los despachos pasan estas cosas”.
“Usted sabe que no fue así, hace un mes que venía ocupando ese despacho”, sostuvo la senadora fueguina, que aseguró además que “hay testigos de lo que pasó, su jefe de Seguridad la mandó al frente, no la cubrió… Dijo que usted personalmente entró a ese despacho”.
“Me hago responsable de la situación, le pido que redondee”, contestó Vilarruel, a lo que Cristina López replicó diciendo que “ni un juez hace lo que usted hace, es una vergüenza que una presidenta usurpara el despacho ocupado por dos senadores”.
Luego denunció haber sido agredida físicamente, “llegando al extremo de hacer tocamientos impúdicos”, y reprochó a sus pares no haberse solidarizado con ella. “Todo lo contrario, armó una información sumaria contra mi persona, creyendo que los senadores somos sus empleados, con el intento de retorcer la verdad”, insistió, afirmando que el Senado no había hecho ninguna delegación que habilitara a la presidenta del cuerpo a hacer lo que había hecho. Villarruel terminó cortándole el micrófono a López, por haberse pasado en el tiempo.
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