“¡Gracias familia! ¡Gracias a todos por los saludos!”, el mensaje que escribió Guillermo Vilas en su cuenta oficial de Twitter fue acompañada de una foto junto a su círculo íntimo en las celebraciones de su cumpleaños número 68.

El 17 de agosto de 1952 en el Instituto del Diagnóstico y Tratamiento de Buenos Aires nació la figura del tenis argentino que cambió la historia del deporte nacional. Hijo de Maruxa y José Roque, Willy se mudó junto a su familia a Mar del Plata, donde creció y comenzó a escribir las páginas doradas del tenis argentino.

En su extensa y brillante carrera, un 26 de julio de 1975 se consumó la que fue su mejor posición en el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP): con su victoria de 6-2 y 6-1 frente al chileno Jaime Fillol, en Washington, ascendió al número 2.

Si bien Vilas crecería de forma exponencial hasta un 1977 notable en el que, de hecho, resultó el jugador más destacado del planeta, un polémico sistema de porcentajes (hoy abolido) impidió que se le reconociera el número 1.

Una trayectoria forjada a base de 62 títulos de ATP, entre ellos, cuatro Grand Slam lo ubicaron en la short list de los deportistas más destacados del país, junto a Diego Maradona, Lionel Messi, Manu Ginóbili, Juan Manuel Fangio, Carlos Monzón, Luciana Aymar, Gabriela Sabatini y Roberto De Vicenzo.

En 1977, se consagró en Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos, mientras que en 1978 y 1979 expuso su jerarquía al ganar en reiteradas ocasiones el Abierto de Australia.

Una trayectoria forjada a base de 62 títulos de ATP.

El argentino está casado con la tailandesa Phiangphathu Khumueang, y es padre de cuatro hijos: Andanin, Intila, Lalindao y Guillermito, con quienes compartió los festejos de su cumpleaños.

En los últimos días, Vilas también se había manifestado en las redes sociales para expresar sus sentimientos relacionados a la pandemia del coronavirus y a la suspensión que había sufrido la actividad que ama. “Sé por lo que pasan los profesores argentinos al no poder trabajar. Les mando mi apoyo en lo que proponen para regresar y recuperarse de a poco, y les pido que hagan lo necesario para cuidarse entre todos, que es lo principal. Un abrazo y un recuerdo a mi único profe, Felipe”, escribió desde Mónaco.

Su mensaje fue un impulso más para que las autoridades establecieran el reinicio del tenis y de otros deportes individuales en la Argentina.

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