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Por estas horas se esperaba una resolución al conflicto que lleva más de un mes entre el sindicato de los Marítimos Unidos (SOMU) y las cámaras pesqueras (CAPECA, CAPIP y CEPA). Sin embargo, el encuentro en la secretaría de Trabajo de la nación no arrojó los resultados que se esperaban.
Ante esto, el Gobierno nacional habría resuelto librar a las partes. Según el sitio Mar y Pesca, la determinación se conoció este miércoles, tras una reunión clave entre la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; el secretario de Trabajo, Julio Cordero; y el subsecretario de Pesca y Recursos Acuáticos, Juan Antonio López Cazorla.
La misma fuente indicó que Pettovello consideró que el Estado había llegado a su límite en los intentos por mediar, y calificó como “intransigente” la postura del SOMU, a quien se acusa de querer imponer convenios obsoletos.
Por su parte, la Revista Puerto también dio cuenta del desacuerdo en la negociación, incluso, planteando que se barajaron distintas ofertas que no llegaron a ser aprobadas por el SOMU. En ese sentido, subrayaron que los dirigentes gremiales se negaron a aceptar cualquier reducción en los valores de producción y sostuvieron que lo único que estaban dispuestos a aceptar era la aplicación del 70% no remunerativo. “La temporada está perdida”, habrían señalado los gremios a los funcionarios de Trabajo, como mensaje para los empresarios.
Advertencia de Conarpesa
“Es una verdadera tragedia”, dijo Fernando Álvarez Castellano, tras conocerse el resultado de la reunión entre los gremios marítimos y las cámaras de buques congeladores, convocada por el Secretario de Trabajo.
Según la Revista Puerto, anunció que su planta quedaría parada este año y puso en duda la continuidad de Conarpesa en Argentina. Denunció que el SOMU no solo ha amenazado a los tripulantes, sino que tiene de rehén a empresas como Iberconsa y Solimeno. También anunció que le solicitarán al Consejo Federal Pesquero que se justifique la inactividad, dada la magnitud de la crisis y del conflicto.
“Lo que ha pasado por culpa de esta gentuza es una tragedia. Para mí no es una tragedia, yo no me voy a morir de hambre, tengo organizada mi vida y la de mi familia, pero para las mil trescientas personas que con nombre y apellido tengo trabajando conmigo, lo que está pasando es una verdadera tragedia”, señaló.
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