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Por Javier Carrodani

Días atrás dos diputados nacionales del PRO presentaron un proyecto para derogar la ley N°27.642, más conocida como “Ley de etiquetado frontal de alimentos”, que obliga a las empresas fabricantes de productos procesados a advertirles a los consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

En un video publicado en la red social X, Alejandro Bongiovanni y Daiana Fernández Molero anunciaron con desparpajo: “Vamos a derogar la Ley de Etiquetado Frontal. Es una mala ley, excesivamente paternalista que no sirve, no te informa. Porque si todo tiene sello, es como si nada tuviera sello. Este es el Estado tratando al consumidor no sólo como un niño, sino como un niño medio idiota”.

Daría la impresión de que en realidad son los legisladores, con esa tremenda simplificación, quienes buscan tratar a los consumidores y ciudadanos en general como estúpidos y sólo intentan relevar a las empresas de la obligación de reconocer ante los consumidores los excesos de sus productos. También dicen que no estimula a las firmas a mejorar. Falso, hay productos que lograron reducir la cantidad de octógonos en sus envases.

Tampoco es aceptable volver a la pretensión de que cada consumidor se ponga a leer el detalle del contenido nutricional de cada producto, que además se imprime en letra ilegible para la mayoría por lo chiquita. Es un lamentable lobby en contra de una medida de salud alimentaria.

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