Your browser doesn’t support HTML5 audio
La cuenta regresiva para volver a las canchas está en marcha. Leonardo Luna, el volante categoría 2009 nacido en Río Gallegos, atraviesa la etapa final de su recuperación tras haber sufrido un esguince de rodilla grado 2 en una práctica formal de fútbol. Luego de varias semanas de inactividad, esta semana retomó los trabajos físicos y ya comenzó a trotar con normalidad, en vistas a reincorporarse al grupo a mediados de la semana próxima.
Luna, una de las grandes promesas de las inferiores de River Plate, se perdió cuatro fechas consecutivas del torneo de Séptima División. A las ausencias ante Sarmiento (5-1) y Central Córdoba (6-3), se sumaron las fechas 18 y 19, donde River también ganó con autoridad: 5 a 1 a Huracán y 2 a 0 frente a Newell’s, como visitante.
El regreso de Leo coincide con una etapa decisiva del campeonato. River, que venía en un sólido crecimiento, hoy se ubica en el primer puesto de la tabla, igualado en puntos con Argentinos Juniors (48), pero con mejor diferencia de gol (+32 contra +31). El Millonario suma 15 triunfos, 3 empates y apenas una derrota en 19 fechas, consolidándose como uno de los grandes candidatos al título.
Este 2 de agosto, los dirigidos por Damián Castellanos recibirán a Banfield en la fecha 20. Sin embargo, todas las miradas están puestas en lo que viene después: el superclásico frente a Boca Juniors, que marcha quinto con 44 puntos y también pelea arriba. El duelo está programado para el viernes 9 de agosto, y podría ser determinante en la pelea por el campeonato.
En su última presentación antes de la lesión, Leo fue figura ante Unión: con la camiseta número 5, mostró gran despliegue, inteligencia táctica, pases filtrados, cobertura defensiva y claridad para salir bajo presión. Su rendimiento fue tan alto que medios partidarios difundieron videos con sus mejores jugadas, y su nombre comenzó a sonar con fuerza dentro del mundo River.
El mediocampista riogalleguense llegó al club con solo 11 años, tras formarse en Ferrocarril YCF, y hoy, con 15, es una pieza clave del equipo. Su entorno familiar, con su papá Sebastián Luna, DT de UPP, lo acompaña desde el sur, apoyando cada paso de su desarrollo formativo.
El regreso está cada vez más cerca. Y aunque el fixture presenta exigencias inmediatas, lo esencial es que Leo Luna volvió a moverse dentro de una cancha. En el fútbol formativo, cada partido es una prueba, pero también lo son las pausas forzadas como las lesiones. Lo importante es volver con confianza, y Luna está en ese camino.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario