Este lunes en Barracas hubo una movilización frente al hotel en el que, hace una semana, Justo Fernando Barrientos ingresó a la habitación y atacó con un explosivo a dos parejas de lesbianas.

Horas después falleció Pamela, el miércoles, Roxana y este domingo, Andrea. Sofía es la única sobreviviente y continúa internada. De acuerdo a testigos que dialogaron con Agencia Presentes, “cuando salieron de la habitación prendidas fuego, él les pegó y las empujó adentro, al fuego de vuelta”.

En Santa Cruz, días atrás, la diputada Rocío García se refirió al lesbicidio, sobre el que mencionó que “este tipo de discriminación que todavía sigue existiendo, que hoy lo seguimos viendo, lo vemos en discursos de odio donde tenemos funcionarios y hasta un presidente que puede decir cualquier cosa y volvemos a patologizar la condición en la cual uno se autopercibe, no es ninguna enfermedad”.

“Veo un retroceso y no podemos ser ajenos”, manifestó.

Por su parte, la diputada e integrante de MuMaLa, Claudia Barrientos, sostuvo a La Opinión Austral: “Lamentablemente estos crímenes de odio también son fomentados por los discursos de odio que habilita el Gobierno nacional. Según el Observatorio de MuMaLa, ocurre un femicidio de mujeres, lesbianas, travestis y trans cada 40 horas en nuestro país y en lo que vamos del año llevamos 72. Necesitamos seguir luchando y recuperando espacios de sensibilización y abordaje ante quienes quieren perpetuar las desigualdades, habilitando precisamente estos discursos de odio”.

Además, añadió que “por el Gobierno y algunos medios de comunicación se invisibiliza, sumado a la indiferencia que muchos sectores tienen al respecto, porque precisamente no se hace una lectura de que sea una problemática grave. En emergencia considero que estamos hace muchos años y seguramente en estos tiempos de crisis económica y social que atravesamos se profundizará”.

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