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El inicio del fútbol en Río Gallegos sigue en suspenso debido a la falta de acuerdo entre los árbitros y la dirigencia de la Liga de Fútbol Sur. En diálogo con La Opinión Austral, el presidente de la Asociación de Árbitros de Fútbol de Río Gallegos explicó los motivos del conflicto, que gira en torno a la actualización de los aranceles arbitrales y los costos que implica la tarea arbitral en la región.
Desde diciembre del año pasado, los árbitros han solicitado un aumento del 50% en los honorarios por partido en todas las categorías de fútbol 11 para el primer semestre de 2025. Sin embargo, hace apenas diez días recibieron una contraoferta que apenas contempla un incremento del 20%, cifra que consideran insuficiente frente a los gastos que deben afrontar.
Ante esta situación, los árbitros se reunieron y decidieron rechazar la propuesta, presentando una nueva solicitud con un incremento del 125% en todas las categorías. “Nosotros pedimos un 50% en su momento y ahora nos ofrecieron solo el 20%. Es un número muy bajo teniendo en cuenta los gastos que tenemos en indumentaria, transporte y otros costos que implica el arbitraje“, detalló el presidente de la Asociación.
El dirigente también explicó que realizó un relevamiento con asociaciones arbitrales de otras provincias para conocer la situación en otras ligas. En Comodoro Rivadavia, Río Negro y Neuquén, los árbitros de Primera División cobraban $100.000 por partido en 2024, mientras que en Río Gallegos el monto era de apenas $40.000. En Ushuaia, una plaza con costos de vida similares a los de la capital santacruceña, se cerró un acuerdo para que los jueces perciban $90.000 por encuentro en 2025.
“Si nos guiáramos por el Consejo Federal de AFA, el pago por partido sería mucho mayor, pero tampoco pretendemos llegar a eso. Solo queremos un monto que contemple los gastos de la zona, que nos permita estar actualizados en vestimenta y tecnología arbitral, y que cubra el costo de traslado a las canchas“, sostuvo el presidente de los árbitros.
Mientras la negociación sigue en curso, el inicio de la competencia se mantiene en suspenso. Desde la Asociación de Árbitros confirmaron que hasta que no haya un acuerdo en los aranceles, el torneo no podrá comenzar.
En cuanto al futsal, la situación es diferente. En este caso, la oferta inicial de un 70% de aumento anual fue aceptada con la condición de que el incremento sea acumulativo y no escalonado. La respuesta de la Liga aún está pendiente, pero las expectativas son más positivas.
El conflicto salarial arbitral no es nuevo en el fútbol de Río Gallegos, pero en un contexto de inflación y costos elevados, la distancia entre lo solicitado y lo ofrecido por la dirigencia ha generado un freno en la competencia. Los clubes y jugadores aguardan una pronta resolución para que la pelota vuelva a rodar en la capital santacruceña.
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