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A mediados de febrero, el cura Javier Olivera Ravasi, hijo del genocida condenado a perpetua Jorge Olivera (alias “El Carnicero”), se puso en la misión de organizar un grupo destinado a lograr la libertad de todos los condenados por delitos de lesa humanidad.
Ravasi creó un grupo de chat con el objetivo inicial de invitar a los participantes a una reunión en la sede de la Fundación San Elías, en Montevideo 871. Este primer grupo de chat, llamado “Comida informal con Padre Javier X milit“, incluyó a los diputados Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lilia Lemoine, Alida Ferreyra, María Celeste Ponce, Santiago Santurio, Carlos Zapata, Gerardo Huesen, María Fernanda Araujo, Nicolás Mayoraz, María Emilia Orozco, Lourdes Arrieta y Alberto Arancibia.
También agregó a cinco abogados: Enrique Munilla Lacasa, defensor de Leopoldo Fortunato Galtieri y Jaime Smart; Edgardo Frola, defensor de Aldo Rico y Samuel Miara; Eduardo Rafael Riggi, excamarista federal; María Laura Olea, abogada e hija del excoronel Enrique Braulio Olea; y Ricardo Saint Jean, hijo de Ibérico Saint Jean.
Aunque no figuraba como miembro del grupo, Ravasi mencionó a la jueza Agustina Díaz Cordero, del Consejo de la Magistratura. “Me ofrezco a hacer de nexo con la vicepresidenta del Consejo de la Magistratura. Estuvo con nosotros en la primera reunión para quienes recuerdan”, dijo Ravasi en uno de los chats.
Denuncia y Cargos
Los chats expuestos por Data Clave, revelan el plan para liberar a los genocidas forman parte de una denuncia presentada en la justicia federal de Lomas de Zamora por la diputada Arrieta. La denuncia incluye delitos de coacción agravada, abuso de autoridad, violación de deberes de funcionarios públicos, conspiración y malversación de fondos públicos.
Desarrollo de la Estrategia
El 14 de marzo, el grupo se reunió en la sede de la Fundación, con Ravasi recordando a los asistentes confirmar su presencia porque ya había “comprado las empanadas”. El intercambio de mensajes en el chat fue prolífico, incluyendo estampitas religiosas, poemas y notas periodísticas, así como críticas entre los abogados del grupo.
El 2 de marzo, a las 8:43 AM, Riggi criticó a Casal por su posición “políticamente correcta” para los “progres e izquierdistas”. El 11 de marzo, a las 11:08 AM, Ravasi informó que el diputado Beltrán Benedit había hablado con Patricia Bullrich para facilitar el ingreso de los interesados en visitar a los presos políticos en Campo de Mayo/Ezeiza/Marcos Paz.
Según demuestran los chats, durante la cena, se debatieron los puntos principales del proyecto de ley que pretenden impulsar en el Senado, o alternativamente, buscar un decreto de indulto. Al día siguiente, Ravasi compartió un memo con los acuerdos alcanzados, destacando la necesidad de hacer algo por la verdad y la libertad de los militares.
Se discutieron dos vías: la promulgación de un decreto presidencial o una ley que establezca la prescriptibilidad de las causas por “plazo razonable” y la inmediata prisión domiciliaria para los condenados mayores de setenta años. El proyecto busca que a los setenta años se conceda automáticamente la prisión domiciliaria y que a los dos años de detención se disponga la libertad sin posibilidad de prorrogar la prisión preventiva para mayores de setenta años.
Al día siguiente el anfitrión hizo un memo, que compartió en el chat, con los puntos principales de lo acordado en la cena de la noche anterior. Allí dice: “Conversamos acerca del estado de los militares, las garantías constitucionales que se burlan desde el año 2004 y de la necesidad de hacer algo en pos de la verdad y de la libertad de estos ya casi octogenarios (promedio) militares”.
Siguió diciendo: “Entre los proyectos que había para debatir, todos excelentes desde lo técnico, vimos, con las cartas sobre la mesa, cuales serían los más conducentes al fin sabiendo que el tema acá es eminentemente político más que jurídico.”
Y se explayó explicando: “A raíz de esto, aprovechando la presencia de los jueces, los ex jueces y abogados que había ayer en la mesa chica, vimos que el más viable serían una de las siguientes vías (sic): La promulgación de parte del presidente de un Decreto (…) o la promulgación de una ley con el beneficio de plazo razonable”. Las ideas que barajaron fueron, entonces, ir por un indulto presidencial o en su defecto una ley que dictamine la prescriptibilidad de las causas por “plazo razonable” y la inmediata prisión domiciliaria a los setenta años de edad del condenado.
Lo de la edad lo explica así: “El objetivo de este proyecto es establecer que los setenta años es una causal AUTÓNOMA (el mayúsculas en el original) que obliga a los jueces a conceder la prisión domiciliaria” y sigue en otro punto: “A los dos años de detención debe disponerse la libertad sin posibilidad de prorrogar la prisión preventiva para mayores de setenta”.
Visitas y Proyectos
Para debatir mejor estas cuestiones el cura Olivera Ravasi y la abogada Laura Olea crearon un segundo grupo de Whatsapp, con los mismos integrantes del de la cena informal, que llamaron “Proyecto y Decreto” y avanzaron en la elaboración del documento que, según acordaron, el diputado Beltrán Benedit y la diputada Alida Ferreyra, acompañados del abogado Saint Jean se encargarían de presentarselo al presidente Javier Milei para su evaluación.
Allí Ricardo Saint Jean, el 10 de julio a las 10:23 AM propuso llegar hasta la Corte Suprema y Riggi acotó a las 10:28 con respecto a la Corte: “Momias Sagradas más un montonero y a la espera de un corrupto desvergonzado, salvo Rosenkratz”.
El tercer grupo de chat fue creado por el diputado Benedit y se llamó “Visitas”. Lo hizo el 13 de julio, dos días después de su paseo por Ezeiza y para debatir los pasos a seguir. El debate fue intenso y por un obstáculo imprevisto: la diputada Rocío Bonacci, que no formó parte de ninguno de estos grupos de chat y que se enteró de a donde iba cuando ya estaba arriba de la combi rumbo al penal. Queda claro por el intercambio que ni bien lo supo, se negó a entrar al SUM donde los esperaban los detenidos, a tomarse fotos, saludar o a cualquier acto que la vincule con los represores. La indignación de Alida Ferreyra era notoria, al punto de escribir: “No quiso fotos, no quiso presentarse con los caballeros. No quería ir. No quería estar ahí.” Y la diputada Araujo agrega: “Qué ganas de joder. Creo que es peor ser buchón que cobarde”.
Para entonces, la visita ya había tomado estado público, y debatieron qué hacer. Mientras Ferreyra proponía salir con los botines de punta con una declaración pública que incluyera fotos, los demás pedían mesura, sobre todo porque podían perjudicar a los detenidos. Montenegro mientras tanto decía que estaba en el kinesiólogo, luego mirando la Eurocopa y Alida proponía que no se pierdan los partidos de Wimbledon. La diputada que se mostró feliz en la foto al lado del asesino Pernías estaba exaltada contra Rocío Bonacci y muy preocupada por lo que diría la prensa no tanto de la reunión en la cárcel con genocidas sino acerca de su casamiento, que había sido una semana antes. Tan es asi que dice: “La Politica Online preguntando por mi casamiento…boluda! mensaje de austeridad me dice el tipo. Má que mensaje si no tengo plata para la fiesta! ¿Ahora que dirán de mi casorio?” Y Benedit acota: “Invitemos a los presos!”
Montenegro puso un toque de responsabilidad a las 13:05 y dijo: “Me pidieron del Ejecutivo que no subamos el comunicado y no hablemos con la prensa. Los van a llamar a cada uno” Benedit dijo a las 13:46 : “Me cuesta ocultar la noble causa por la que fuimos, en fin.” Y entonces se les ocurrió una alternativa: decir que fueron a visitar a ex Combatientes de Malvinas.
Le pidieron a Benedit que consiga una lista de combatientes presos en Ezeiza y entonces el diputado hace una lista: Cionchi, Pernías, Navarro y Astiz. Alfredo Astiz como combatiente de Malvinas para tapar que fueron a visitarlo como genocida. Finalmente, cierran el debate. Benedit afirma haber hablado con Sharif Menem y que van a debatir en el Ejecutivo el contenido del documento a presentar justificando la visita al penal.
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