Pese a que el Decreto de Necesidad y Urgencia 297/2020 -sobre el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus- establece que las trabajadoras de casas de familia, registradas o informales, deben seguir percibiendo sus salarios aunque no cumplan con sus labores, esa norma no es respetada.

Según un informe del ministerio de Trabajo de la Nación, con datos de la Encuesta Nacional a Trabajadores sobre Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad (Ecetss) de 2018, el 76,8% de las trabajadoras domésticas en casas particulares (sobre 1,4 millones de casos estimados entonces) no están registradas. El trabajo doméstico, según la misma investigación, ocupa al 8,1% de la población trabajadora del país y al 17,4% del total de mujeres con algún empleo.

En tanto, en omparación con noviembre de 2019, el mes en que la cantidad de registros más elevada para el sector en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), la pérdida de puestos de trabajo llega a 28.107, lo que implica una importantísima caída de 5,6% para del trabajo doméstico registrado en un período de apenas 6 meses.

 

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