A un día de cumplirse los seis meses del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido el pasado 18 de enero en Villa Gesell, la pericia scopométrica que hizo la Policía Federal Argentina sobre los calzados de los detenidos confirmó que la zapatilla de lona negra ensangrentada corresponde a Máximo Thomsen, uno de los apuntados desde el principio y el de mayor cantidad de positivos en las ruedas de reconocimiento.

 

Una de las dos improntas detectadas en el rostro de la víctima corresponde a una zapatilla “Cyclone”, que a su vez coincide con las huellas de pie tomadas al rugbier Thomsen, detallaron los voceros.

Los pies de los acusados fueron identificados uno por uno con una técnica especial que incluye comparaciones fotográficas, lecturas de ondas de luz mediante un videoespectrómetro y el uso de tinta litográfica.

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