Your browser doesn’t support HTML5 audio

Por Sabrina Pont

Cada provincia argentina aplica sus propias políticas y decisiones sobre el manejo de los recursos mineros, lo que ha derivado en escenarios marcadamente diferentes. Mientras algunas jurisdicciones consiguen aprovechar su potencial para atraer inversiones y desarrollar proyectos estratégicos, otras enfrentan desafíos críticos que ponen en riesgo la sostenibilidad del sector.

En este contexto federalizado se destacan distritos líderes como SaltaSan Juan Jujuy, y también Mendoza por su potencial, mientras que otros, como Santa Cruz, enfrentan obstáculos significativos que comprometen su crecimiento. A nivel nacional, la única política impulsada por el Gobierno de Javier Milei fue el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), pero no es suficiente para garantizar un desarrollo homogéneo del sector.

El podio lo encabeza Salta que emerge como un actor clave en el panorama minero gracias a su liderazgo en proyectos de litio. De acuerdo con analistas de la Secretaría de Minería de la Nación, su estabilidad normativa y un entorno favorable para los inversores internacionales la convierten en un modelo de gestión minera y, actualmente, con 18 proyectos activos, es la provincia con mayor dinamismo en el país. .

Los únicos dos hitos en la industria del litio argentino de 2024 están en Salta. El primero fue la puesta en producción del yacimiento Centenario Ratones de la firma francesa Eramine Sudamericana. El segundo hito fue el de la firma surcoreana Posco, que inauguró la primera planta comercial de producción de hidróxido de litio del país en el Parque Industrial de General Güemes y posiciona al país en un lugar clave con un nuevo producto dentro de la cadena de valor. de las baterías de ion-litio.

Por otra parte, Salta tiene en carpeta la mayor inversión en litio que se haya anunciado hasta el momento: la empresa angloaustraliana Río Tinto anunció que pondrá USD 2.500 millones para ampliar el proyecto Salar de Rincón en la Puna salteña, y también, cuenta con uno de los grandes proyectos de cobre del país en un estado de avance importante: se trata de Taca-Taca, de la empresa minera First Quantum Minerals, que se encuentra en etapa de factibilidad y se estima que generará exportaciones de más de USD 2.000 millones anuales.

Asimismo, San Juan, que logró posicionarse como pilar del sector como la segunda productora de oro del país después de Santa Cruz, sigue consolidándose hoy con una cartera diversificada, que incluye proyectos avanzados de cobre. De los seis proyectos de cobre que están en carpeta en el país, Josemaría, de Lundin Mining y BHP, es el que más preparado está para la etapa de construcción, que requerirá una inversión de USD 5.000 millones y la contratación de 6.000 trabajadores directos y unos 35.000 indirectos. Le siguen Los Azules, McEwen Copper, que recientemente obtuvo el permiso medioambiental y avanza hacia la publicación del estudio de factibilidad definitivo.

Según los analistas, la política de diálogo sanjuanina con inversores y compromiso político refuerzan su atractivo y la posicionan como un destino estratégico para el capital extranjero. Actualmente, cuenta con otros 10 proyectos mineros más en diferentes etapas de desarrollo.

Por su parte, Jujuy mantiene su liderazgo en la producción de litio, aunque enfrenta el desafío de diversificar su matriz productiva. Con 9 proyectos activos que respaldan su reputación como socio confiable para inversores, se sostiene como un actor relevante en la minería. Su último hito fue en 2023, cuando se puso en marcha su segunda producción de litio: la planta Cauchari-Olaroz, de la firma Exar, que cuenta con una capacidad instalada de 40.000 toneladas anuales de carbonato de litio calidad batería y se posiciona como una de las más importantes de Sudamérica.

En paralelo, Mendoza, aunque en una etapa inicial, muestra señales de apertura con su adhesión al RIGI y su reciente cambio de estrategia para atraer capital extranjero, dejando atrás con una fuerte decisión política su pasado antiminero. Si bien apenas cuenta solo con dos proyectos, su activa participación en ámbitos de negocios y eventos del sector, la ubica como una provincia con proyección a mediano y largo plazo.

Santa Cruz

En contraste, Santa Cruz, la principal exportadora de minerales del país, atraviesa una situación compleja. Mientras las otras provincias ya mencionadas capitalizan sus ventajas competitivas para atraer inversiones, Santa Cruz tiene el desafío de reinventarse. Históricamente reconocida por su producción de oro y plata, enfrenta el agotamiento de sus yacimientos más importantes, lo que pone en riesgo cerca de 9.000 empleos y amenaza la continuidad del sector.

La falta de nuevos proyectos —reflejada en la alarmante cifra de 0 (cero) iniciativas activas— y la potencial pérdida de la licencia social agravan el panorama. En efecto, sin un plan que fomente la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos, la provincia corre el riesgo de un estancamiento prolongado, con crecientes tensiones sociales y económicas.

Leé más notas de Sabrina Pont

Ver comentarios