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Hugo Orlando “El Loco” Gatti, uno de los arqueros más emblemáticos del fútbol argentino y creador de la atajada denominada “la de Dios”, falleció este domingo a los 80 años tras estar en terapia intensiva desde hacía más de dos meses. Su familia decidió sacarle el respirador artificial ya que su deterioro de salud era irreversible de acuerdo a los médicos.

Gatti, quien defendió los arcos de River, Boca y también integró la Selección argentina, se desempeñó en los últimos años como panelista en programas deportivos de España. Había sido operado de la cadera tras sufrir un accidente mientras paseaba a su perro y, días después, su estado empeoró por la entrada de un virus a través de la herida, lo que provocó un cuadro respiratorio agudo.

Cabe recordar que ya había estado en muy grave estado en 2020, año en el que se contagió de coronavirus, aunque después de su recuperación bromeó: “Me han matado en todos lados, pero yerba mala nunca muere”.

“El Loco”, que se retiró en 1988 a los 44 años, fue poseedor de dos impresionantes récords en la historia del fútbol argentino: el primero de ellos es el de la mayor cantidad de partidos disputados en la Primera División (765), y el segundo es el de mayor número de penales atajados (26, junto a Ubaldo Fillol).

Fue creador de la tapada llamada “la de Dios”, que consistía en salir a achicar en un mano a mano de rodillas, poniendo el pecho y con los brazos abiertos.

El exarquero nacido en Carlos Tejedor el 19 de agosto de 1944 debutó como profesional con Atlanta en 1962. Asimismo, se desempeñó durante cuatro años en River, para luego pasar a Gimnasia y Esgrima La Plata (1969 a 1974) y Unión de Santa Fe (1975).

Sin embargo, sus mayores éxitos llegaron en Boca, equipo con el que jugó entre 1976 y 1988. Durante aquel periodo, atajó en 417 partidos y ganó los Metropolitanos de 1976 y 1981, el Nacional de 1976, las Copas Libertadores de 1977 y 1978 y la Copa Intercontinental de 1977, en la que derrotaron al Borussia Monchengladbach de Alemania.

Además, atajó durante 18 partidos en la Selección argentina, donde se destaca su participación en el Mundial de Inglaterra 1966 (no disputó minutos) y en la Copa América de 1975. A mediados del 2024, Gatti ya había sufrido la muerte de su esposa, Nacha Nodar.

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