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La cultura argentina despide a uno de sus más grandes referentes intelectuales, Juan José Sebreli, quien falleció a los 93 años en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Según informaron allegados a Infobae, el escritor y sociólogo, conocido por su incansable espíritu crítico, había sido internado el fin de semana pasado por complicaciones de salud relacionadas con su avanzada edad. La noticia de su deceso deja un vacío en el ámbito de las letras y el pensamiento social de Argentina.

Sebreli, autor de más de una decena de libros y ensayos, participó recientemente en un evento en la Biblioteca Nacional donde acompañó al periodista Jorge Fernández Díaz en la presentación de El incansable polemista, obra de Carlos Cámpora que repasa su trayectoria. Este evento se convirtió en su última aparición pública, marcada por un evidente deterioro físico, pero también por una vitalidad intelectual que mantuvo hasta sus últimos días. “La pasión por leer, escribir y conocer la tuvo intacta hasta el final”, afirmó Álvaro Zicarelli, uno de sus acompañantes en sus últimas horas.

Nacido en 1930, Sebreli empezó a publicar en su juventud, formó parte del círculo de los primeros existencialistas en Argentina y, durante la dictadura militar, lideró un grupo de estudio clandestino denominado “la universidad en las sombras”. Su obra abarca desde la literatura y el análisis social hasta temas como la cultura urbana y el fútbol, plasmados en títulos como Buenos Aires, vida cotidiana y alienación, Los deseos imaginarios del peronismo y La era del fútbol. En 2015, la Legislatura de Buenos Aires lo nombró Ciudadano Ilustre, reconociendo así su aporte a la cultura y su papel como una voz crítica en el país.

Uno de los aspectos más destacados de la personalidad de Sebreli fue su firme postura frente a las políticas que consideraba contrarias a la libertad individual y los derechos civiles. En 2020, fue una de las voces más críticas de las restricciones sanitarias impuestas durante la pandemia, llegando a firmar una declaración pública que calificaba la situación de “infectadura”, acusando al gobierno de utilizar la crisis para ocultar otros problemas nacionales. Con esta posición, volvió a demostrar su lealtad a una vida de ideas y debates.

Sebreli deja un legado de compromiso intelectual, marcado por su afán de cuestionar prejuicios y de examinar con dureza los mitos y tabúes de la sociedad argentina. Su desaparición representa una pérdida irreparable para la cultura y el pensamiento crítico en Argentina.

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