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Patricio Cappella, uno de los corredores más representativos de Santa Cruz, volvió a colarse entre los mejores del mundo. Esta vez lo hizo en la Maratón Internacional de San Juan, una exigente competencia de 21 kilómetros que reunió a atletas de Alemania, Belgica, Italia, Francia, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Costa Rica, y que cuenta con el aval de la World Athletics, lo que otorga relevancia global a los registros obtenidos.

El oriundo de Río Turbio, acostumbrado a sobreponerse a las dificultades, encaró esta carrera en condiciones adversas: con un esguince en el pie derecho, una sobrecarga muscular en la pierna y una semana completa sin entrenar, evaluó hasta último momento su participación. Aun así, decidió estar en la línea de largada y diseñó una estrategia dividida en dos etapas: primero, medir sensaciones y luego, si las piernas respondían, ir en busca de su mejor versión.

Y cumplió. Marcó un tiempo de 1 hora, 24 minutos y 7 segundos, superando su marca anterior registrada en el último Campeonato Sudamericano. Esa actuación le permitió subirse al podio en el tercer escalón, en una prueba que exigió al máximo a los competidores y que se desarrolló con temperaturas elevadas, un factor que suma complejidad al esfuerzo.

Cappella no solo corrió por él. En su mensaje posterior a la carrera, compartido en redes sociales, el atleta dedicó el logro a su familia, a su compañera de vida que lo apoya “hasta no saber cuándo”, a sus sobrinos en su cumpleaños, y a los vecinos de la Cuenca Carbonífera, a quienes llevó presentes en su memoria. También tuvo palabras para los sanjuaninos que alguna vez hicieron historia en Río Turbio, en un gesto que refleja el vínculo afectivo que construye con cada ciudad que pisa.

Esta no es la primera vez que Cappella logra instalar el nombre de Santa Cruz en competencias de primer nivel. En abril, ya había obtenido otro tercer puesto en la carrera “Docta Corre” de Córdoba, una de las pruebas más demandantes del calendario atlético argentino. En aquella ocasión, también superó molestias físicas durante el recorrido y demostró que su preparación, aunque condicionada por las distancias y los recursos, le permite competir en igualdad de condiciones con corredores de élite.

Patricio Cappella en la carrera, “Docta Corre” de Córdoba.

Cada presentación de Cappella representa un símbolo de perseverancia y pertenencia regional. Corre con el corazón en la Cuenca, y sus logros no solo le pertenecen a él, sino a una comunidad que lo sigue, lo alienta y se emociona con cada nuevo objetivo cumplido. Desde una provincia muchas veces relegada del calendario deportivo nacional, el atleta demuestra que el talento y la pasión pueden abrir caminos, incluso en los terrenos más complejos.

En tiempos en que los deportistas del interior enfrentan múltiples barreras —económicas, logísticas y estructurales—, la historia de Cappella es también un recordatorio de la importancia de sostener y visibilizar estos esfuerzos individuales que, en el fondo, tienen un impacto colectivo. Porque cada zancada que da, la da con el empuje de toda Santa Cruz.

Y mientras siga encontrando fuerza en el aliento de su gente, en las calles de su pueblo y en los rostros de quienes lo esperan en casa, habrá un podio posible, por más lejano que parezca.

EN ESTA NOTA maraton Patricio Capella

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