Ya había adelantado algo cuando le tocó presentarse en el segundo programa de Bake Off. “La pastelería para mí es la salvación de mi vida. Es una excusa para juntar a la familia. Por ahí no tenés un peso, sacás algo del horno y es un regalo que le pusiste amor y dedicación”, expresó Paula, oriunda de Villa Luro, Capital Federal en sus primeras apariciones en la pantalla. Pero los detalles que contó en la emisión de este lunes 25 de octubre llegó al corazón de toda la audiencia.

“En marzo descubrimos que tengo un tumor en el cerebro. Tengo un adenoma hipofisario. Es benigno pero desencadena problemas hormonales, infertilidad, menopausia temprana. Esto me lo dijeron en una llamada de 20 minutos que fue bastante difícil de procesar”, contó cuando le tocó presentar su torta.

Paula Paternoster ya había asegurado que llegó al reality en un momento complicado de su vida: “Estar en Bake Off es un mimo al alma porque tuve un año muy complicado. Pasé por tratamientos dolorosos y tuve muchas malas noticias en lo médico”. “El llamado fue como ‘después de la tormenta viene el sol, tenés que enfocarte en esto y seguir adelante”, sentenció al finalizar el clip de presentación.

En su dura confesión, Paula le expresó al jurado, visiblemente consternado por la noticia: “Después de enterarme del diagnóstico, le metí un montón a la pastelería. En este camino, obviamente, la medicina no siempre tiene respuestas inmediatas. Por eso, fui a una persona que me recomendaron y me dijo ‘vos tenés alma de podio, vos sos una ganadora, si abren la inscripción de nuevo para Bake Off, anotate, tenés todo para ganar’”, añadió.

Finalmente, la joven envió su material y fue elegida para participar. “A la semana abrieron la inscripción. Mandé mi video y, al día siguiente, me llamaron para que esté acá. Así que estoy muy feliz y sumamente orgullosa de mí”, sentenció.

EN ESTA NOTA Bake Off Videos

Leé más notas de La Opinión Austral