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El Gobierno reglamentó la reforma laboral a través del decreto 847/2024, estableciendo modificaciones clave en el sistema de indemnizaciones por despido. Esta reforma plantea una mayor flexibilidad, permitiendo que las empresas y los empleados negocien un sistema alternativo en el marco de los convenios colectivos de trabajo.
El principio fundamental de la nueva normativa es la libertad de las partes para acordar un mecanismo de cese laboral que sea beneficioso tanto para los trabajadores como para los empresarios. Esta flexibilidad implica que la implementación del sistema alternativo será posible únicamente si ambas partes están de acuerdo.
La reglamentación habilita tres formatos de cese laboral que podrán reemplazar a la indemnización tradicional:
- Sistema de Cancelación Individual: Consiste en un pago directo del empleador al trabajador, con la posibilidad de acordar modalidades, plazos y montos. Este sistema no requiere la creación de un fondo especial.
- Sistema de Fondo de Cese Individual o Colectivo: En este formato, se realizan aportes mensuales que se acumulan para ser utilizados en caso de cese laboral. El convenio colectivo definirá las circunstancias en las que se aplicará y los montos que deberán aportarse.
- Sistema de Seguro de Cese Individual o Colectivo: Permite a las empresas suscribir seguros con aseguradoras aprobadas por la Superintendencia de Seguros de la Nación, los cuales cubrirán el pago en caso de despido.
A partir de esta normativa, los sindicatos y las empresas podrán negociar cuál de estos formatos implementar, reemplazando las tradicionales indemnizaciones por despido. Sin embargo, es importante destacar que estos acuerdos no podrán imponerse unilateralmente, debiendo ser aprobados por ambas partes.
Además, la nueva ley pone el foco en garantizar una mayor previsibilidad para las empresas, mientras que los trabajadores tendrán la opción de participar en la decisión sobre cómo recibir su compensación en caso de despido.
Desempleo en aumento
Según datos oficiales, el desempleo mostró un crecimiento durante el primer semestre de 2024, lo que suma un desafío adicional para la aplicación de esta reforma en un contexto laboral en transformación.
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