“El primer piloto fallecido en Malvinas Gustavo Argentino García Cuerva era primo hermano de mi papá”, había contado el obispo Jorge García Cuerva, al visitar por primera vez Río Gallegos, una vez designado como titular de la diócesis hace un año atrás.

Sobre la historia que los une, el obispo recordó en el acto realizado en la Base Aérea Militar de Río Gallegos que en su familia sienten con mucho orgullo al Capitán y piloto de Mirage protagonista del Bautismo de Fuego en la guerra de 1982, remarcando que “el dolor nos une”.

García Cuerva, resaltó también “el orgullo de ser argentino en la vida. No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos”, dijo.

“Dolores es el lugar en el que Gustavo Argentino había nacido, desde donde llegó mi tatarabuelo”, contó García Cuerva. “El orgullo familiar, primer pueblo patrio que dio al país a uno de sus hijos, que nos anima a volar alto, a reanimarnos en la esperanza y jugarnos de lleno por los demás y dar la vida por la Argentina”, subryó en su discurso.

En otro fragmento, llamó a que “nos anime a vivir el amor al prójimo, especialmente por los que sufren”.

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