Your browser doesn’t support HTML5 audio

Ganó diciendo lo que iba a hacer, y lo está haciendo”. Esta frase se ha escuchado mucho en los primeros meses del gobierno de Javier Milei. Por esa razón, se explicaba, la sociedad soporta el “ajuste más grande de la historia” -palabras del Presidente-, porque es alguien que viene a cambiar la política del país y genera esperanza porque va a terminar con los beneficios de la casta política.

Ya ingresados en el segundo semestre de la administración Milei y con la promesa de una segunda etapa donde se verán las mejoras económicas, la pregunta es si el Presidente está cumpliendo con sus promesas de campaña y si se despejarán las dudas que está generando con expectativas no cumplidas.

¿Milei es el mismo o está preso de una desorientación que lo lleva a volantazos no previstos? ¿Esto último es lo que advierten sus propios, el mercado y quienes deben enviar apoyo desde el exterior?

Tras jornadas con un mercado financiero “caliente”, con dólares financieros sin techo, el riesgo país en aumento y un proceso anti inflacionario que parece haber encontrado un piso, Milei y el ministro “Toto” Caputo anunciaron el cierre de “canillas” de emisión monetaria”. Pero que lo harán sin entrar en pánico por la corrida cambiaria. “Cero pánico”, aseguró Milei.

Hace un par de semana, tras anuncios de Caputo luego de otra mala semana financiera los mercados reaccionaron muy mal. ¿Qué harán ahora?

Los economistas de los más variados colores manifestaron ya sus dudas sobre el éxito de estas nuevas medidas. Roberto Cachanosky se despachó con todo: “El kirchnerismo volvió al gobierno“, señaló en redes sociales.

Dice Caputo que ahora el BCRA le comprará dólares a los exportadores a un tipo de cambio menor al de mercado. Es decir, le confisca parte del fruto de su trabajo. Pero esos pesos que emite los va a retirar del mercado vendiendo dólares en el CCL“, resumió el economista liberal. Carlos Rodríguez fue más duro y arremetió contra los “mileitontos”.

Intervención en el mercado cambiario. Esto no lo había dicho.

Ahora bien, qué dirá el Fondo Monetario Internacional sobre estas medidas. Las relaciones no están muy bien, menos desde que el presidente acusó de comunista a uno de sus miembros. Esta nueva operatoria significa el uso directo de reservas para intervención cambiaria, algo que es mal visto por el FMI.

En la semana hubo indicios claros, a partir de las declaraciones de la vocera del organismo, que las negociaciones con el FMI no van a la velocidad que deseaba el Gobierno y que ni siquiera han comenzado.

Ese pronóstico de Milei de un FMI consustanciado con un ajuste muy superior al que proponen desde Washington, no se estaría dando. No se cumple con lo que dijo.

El Banco Central la tendrá más difícil a la hora de acumular reservas, que hasta hace poco era uno de los objetivos primordiales. Este problema se siente en el mundo financiero y actúa en consecuencia. Porque la salida del cepo aparece cada vez más lejana y ni hablar de la dolarización anunciada en campaña. Qué lejos quedaron aquellas entrevistas que Milei daba en campaña en las que explicaba de manera detallada cómo iba a conseguir los dólares necesarios para cerrar el Banco Central, terminar con el peso y que “cada argentino use la moneda que quiera”. No, en ésto tampoco vendría cumpliendo.

Para soportar tanto ajuste, a los argentinos el presidente les prometió una recuperación en “V”. Luego cambió la letra y pasó a una “U”, con una recesión algo más prolongada. Con las nuevas medidas se corre el riesgo de que la escasez de pesos ahogue aun más a una economía que no termina de recuperarse. Si la economía demora demasiado el prometido repunte, los que pueden sacarán sus dólares del colchón. Pero éstos no solo se van terminando, sino que aumenta el malhumor social.

No hay señales de recuperación a la vista. El tiempo pasa y la incertidumbre le va ganando terreno a la esperanza.

Para sumar un ejemplo claro de cómo Milei hace cosas que antes detestaba, o al menos decía detestar, está su viaje de fin de semana a Estados Unidos para participar de un peculiar campamento de multimillonarios. Dónde quedó aquel Milei que hace pocas semanas viajaba en vuelo de línea para mostrar que se habían terminado los privilegios de la casta. Esta vez utilizó un costosísimo avión privado sólo accesible a esos multimillonarios que visitó.

El vocero Manuel Adorni quedó en brindar explicaciones más adelante de los gastos de este corto viaje.

Quién te ha visto y quién te ve. Los “argentinos de bien”, aquellos a los que el día de la asunción prometió de espaldas al Congreso que no iban a pagar el ajuste, lo están sufriendo diariamente.

Este lunes arrancan con las nuevas medidas económicas. ¿Son parte de la gran estrategia económica para que el país despegue o son manotazos de ahogado? La respuesta no va a demorar mucho.

Leé más notas de Jorge Cicuttin

Ver comentarios