La semana pasada en la localidad cordobesa de Justiniano Posse se celebraron las fiestas patronales, era “zona blanca” pero ahora tiene 16 casos activos de coronavirus y 900 personas aisladas, entre quienes hay asistentes a la celebración y contactos estrechos.

El martes 8 de septiembre se realizó una peregrinación con posterior misa, actividades sobre las que se investiga si se cumplieron los protocolos sanitarios en el marco de la pandemia.

“Habían establecido protocolos para misas con distanciamiento y una cantidad máxima de personas. Testigos dicen que el sacerdote decía que quienes usaban barbijo eran miedosos y que no tenía que haber miedo a la muerte porque si moríamos nos íbamos antes con Dios”, relató en el noticiero Arriba Córdoba Adrián Leonardi, periodista de FM Sudeste.

Sobre el cura, indicó que “es totalmente antivacunas, anticuarentena”. “Incluso en su Facebook, que eliminó ayer (por el martes), bajaba ideas en este sentido”, repudió el cronista.

Denuncia

El fiscal federal de Bell Ville, José María Uriarte, interviene en la causa y admitió a Cadena 3 que a partir de una denuncia anónima se está investigando si existen responsabilidades de parte de la iglesia de Justiniano Posse.

“Teníamos conocimiento de los casos positivos, pero no que eran circunstancia de la parroquia. A partir de esta llamada se toman esos dichos y se inicia la actuación”, destacó el funcionario judicial.

El director del Hospital de Justiniano Posse, Oscar Gómez, confirmó que el brote tuvo origen en esa misa, y expresó: “Tenemos 16 casos confirmados y activos, y hay hisopados en espera del lunes y martes, son bastantes”.

“El 80 por ciento de los contagios salen de la misa”, añadió el facultativo y advirtió que esperan “muchos más casos por la cantidad de contactos estrechos”.

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