El Obrero es un punto emblemático del barrio de La Boca en Buenos Aires que cerró sus puertas durante la pandemia de coronavirus. Tras un año con las persianas bajas, las bufandas y banderines que lo caracterizan volverán a adornar las paredes del lugar.
Los hermanos Castro están felices de volver a abrir las puertas del bar que sus padres fundaron en 1954. Apremiados por el aislamiento durante la pandemia tuvieron que cerrar en marzo de 2020 y, pese a que reabrieron en diciembre de ese mismo año, la situación era complicada y cerraron nuevamente en febrero de 2021.
Ahora, El Obrero, declarado Bar Notable por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, podrá reabrir sus puertas gracias a un generoso nuevo socio que va a colaborar con sus dueños.

Eso si, el reconocido resto bar funcionará sólo por la noche y su capacidad máxima será de 80 personas, pero conservaran el mismo staff: Silvia Castro, como siempre, será la anfitriona y moza; Juan Carlos Castro estará a cargo de la atención y del trato a proveedores; Jorge, el mismo parrillero que los acompaña desde hace 61 años y Fernando, el mismo mozo de siempre estará para atender los pedidos, como desde hace 18 años.
La gran intriga es cómo se verá, porque el Gobierno de la Ciudad en plena pandemia, les sugirió descolgar las cientos de camisetas de fútbol que colgaban del techo y las paredes por un tema de ventilación.
Durante sus 68 años de trayectoria, El Obrero es uno de los bares más emblemáticos. Por él, pasaron toda clase de personalidades reconocidas, desde Néstor Kirchner, que solía reunirse con amigos allí, hasta estrellas internacionales del mundo de la música y el cine como Bono, Francis Ford Coppola, Robert Duvall. El único que no fue fue Diego Maradona, se murió sin conocerlo, algo que lamentan en el bodegón de La Boca.
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