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A pocas horas de vencerse la conciliación obligatoria en el conflicto entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y las cámaras pesqueras, la situación en el sector pesquero de la región se presenta cada vez más tensa y sin avances. La falta de acuerdo en paritarias salariales y en la revisión de los valores de producción ha generado un escenario de incertidumbre que podría derivar en una escalada de protestas y medidas de fuerza.
El secretario general del SOMU, Raúl Durdos, reafirmó la postura del sindicato de no aceptar negociaciones sobre los convenios colectivos, rechazando de manera categórica analizar la estructura de costos que mantiene a la flota inactiva. La tensión se ha incrementado en las últimas horas, especialmente tras el respaldo del líder del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Chubut, Luis Emilio Núñez, quien se sumó a la postura de no ceder ante las demandas empresariales.
El propio dirigente atraviesa momentos de tensión en su sector. Desde el 31 de mayo, muchas de las plantas de procesamiento permanecen sin actividad, ya que el acuerdo salarial con el STIA expiró y aún no hay fechas programadas para iniciar negociaciones.

Un conflicto extenso
La mayoría de la flota congeladora está próxima a cumplir tres meses de estar en puerto. Pero hay buques tangoneros congeladores que no salen a pescar desde el 19 de septiembre de 2024, cuando cerró la temporada anterior del langostino en aguas nacionales. Esto se traduce en que hay marineros que hace ocho meses que no se embarcan.
La inactividad afecta a toda la cadena productiva: la flota no sale a pescar langostino en aguas nacionales, provocando que los barcos permanezcan varados y que las operaciones portuarias y de procesamiento se detengan. Con el consecuente impacto en toda la economía local.
Desde el SOMU, se ha iniciado una serie de contactos con otros sindicatos vinculados a la actividad marítima, en una estrategia que podría ampliar el conflicto a nivel nacional. Se prevé que, en caso de que las negociaciones no avancen, se reanude un paro total que, si bien sería principalmente simbólico en el contexto actual, busca fortalecer la postura de resistencia del gremio ante las presiones empresariales y estatales.
Así, Nuñez, a su vez, como referente de la CGT del Valle del Chubut expresó su respaldo a las demandas del SOMU, rechazando la propuesta de reducción salarial del 30% por parte de las empresas, y calificándola como una “provocación” que vulnera derechos conquistados tras décadas de lucha.
En un comunicado reciente, la central sindical llamó a las autoridades provinciales y nacionales a intervenir de manera urgente para garantizar el respeto por los convenios colectivos y preservar el empleo en la región marítima.
El panorama se mantiene tenso y sin señales claras de una pronta solución. La próxima semana será crucial para definir si las partes logran reactivar las negociaciones o si la conflictividad en el sector pesquero de Chubut continúa en aumento, afectando a miles de trabajadores y a la economía regional.
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