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El último adiós a Eduardo “Lalo” Harris reunió a familiares, amigos, excompañeros de la medicina y referentes del Río Gallegos Golf Club (RGGC). En una ceremonia cargada de afecto, la ciudad despidió al primer cardiólogo de Santa Cruz, impulsor de servicios clave como el centro de diálisis DIALCOR, y al dirigente que se animó a fundar el club que hoy lleva su sello y cuya cancha también honra su nombre. La Opinión Austral estuvo presente y recogió testimonios que confirmaron, una vez más, la dimensión de su obra.

Desde el fairway a la comunidad, Harris dejó una huella que trascendió generaciones. Javier Morales, ex presidente del RGGC y hoy jefe de cancha, sintetizó el sentimiento del club: “Es un momento de tristeza y dolor. Lalo fue el dirigente por excelencia que tuvo el club: el loco lindo que reunió a otros 40 locos lindos y le dio vida a una institución que hoy nos congrega”. Morales remarcó que Harrisnos dirigió con el ejemplo” y que “estuvo presente hasta el último momento”, al punto de acompañar inauguraciones recientes. “Para nosotros significó una luz, un norte de hacia dónde seguir”, dijo.

Javier Morales, ex presidente del RGGC. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

El impacto regional de su figura también quedó a la vista. “Me sorprendieron los mensajes del Magallanes Golf Club de Punta Arenas; muestran la estima que le tenían”, agregó Morales, antes de definirlo con sencillez: “Era una gran persona”.

En la misma línea, Mario Paradelo, ex presidente del RGGC, subrayó el mandato que deja la despedida: “Gran tristeza y un gran legado. Nos deja la vara alta y el desafío de animarse a emprender. Si Lalo hizo un club de la nada, que esto motive a otros a hacer lo mismo en distintos deportes”. Paradelo eligió recordarlo como “un ejemplo, un gran tipo, campechano, siempre atento, con convicciones y firmeza”.

Mario Paradelo, ex presidente del RGGC. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Más temprano, en Radio LU12 AM680, el actual presidente del Río Gallegos Golf Club, Agustín Paradelo, definió la jornada como “un día triste, pero inspirador”. “Lalo fue un promotor, un pionero; su partida impacta a toda la comunidad”, afirmó. Paradelo repasó el origen de aquella “idea loca” de fines de los 90 y comienzos de los 2000, cuando Harris convocó a amigos y abrió un camino que parecía improbable en la capital santacruceña: “Rompió el esquema y trajo el golf a la ciudad”.

Agustín Paradelo, presidente del RGGC. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Paradelo destacó, además, el crecimiento sostenido del club: “Hoy tenemos alrededor de 70 socios —entre 30 y 35 jugadores activos—, un campo de nueve hoyos y club house; competimos a buen nivel y somos reconocidos como institución”. Y dejó una imagen que quedó grabada en todos: la inauguración de la jaula de golf indoor, con Harris dando “el primer golpe” pese a su delicado estado de salud. “Hasta el final miró para adelante. Ese es el mensaje”, dijo. También recordó la gratitud permanente de Harris hacia quienes lo acompañaron en los inicios, como el arquitecto Fernández Prieto y “Pancho”, entre otros colaboradores.

“Lalo”, dando el primer golpe en la inauguración de una jaula para la práctica deportiva in door, en el Río Gallegos Golf Club, en mayo de 2024.

Las voces del club coincidieron en un rasgo que Harris cultivó desde la medicina y el deporte: la idea de una institución “de puertas abiertas”. Agustín convocó a la comunidad a acercarse: “Las tranqueras están abiertas. Es la mejor forma de recordarlo, haciendo crecer lo que soñó”. Esa filosofía, que Harris practicó como médico —cercano, exigente, humanitario— y como dirigente —convocante, perseverante—, explica por qué su nombre quedó adherido a dos historias centrales de Río Gallegos: la de su salud y la de su golf.

El sepelio de hoy cerró una jornada de homenajes y muestras de afecto que desbordaron las redes sociales. En cada mensaje aparecieron la generosidad, el liderazgo sin estridencias y el trabajo silencioso de quien construyó equipos, formó profesionales y fundó un club que ya es parte del paisaje social y deportivo de la ciudad. Eduardo “Lalo” Harris se fue con la serenidad de las obras cumplidas; el legado que deja —en hospitales, consultorios y fairways— quedó, desde hoy, en manos de quienes aprendieron de su ejemplo. Y ese, quizá, sea su mejor triunfo.

Último adiós a “Lalo” Harris en el cementerio. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

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