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Por Florencia Guerrero

Días después de conocerse que -en un hecho en el que no hay registro histórico en tiempos de democracia-, cinco diputados de La Libertad Avanza visitaran en comitiva, en el penal de Ezeiza, a los represores de la última dictadura militar acusados de torturas, desapariciones forzosas, robos de bebés y asesinatos, Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti y Carlos Suárez Mason, siguen apareciendo voces de repudio.

Este domingo, la Unión Federal de héroes caídos en Malvinas, salió a aclarar que nada tuvo que ver con el encuentro organizado por los legisladores Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo, todos del bloque de LLA. “Nos vemos en la obligación de aclarar que no tenemos ninguna relación con la visita que realizó la diputada Araujo a condenados por crímenes de Lesa humanidad, la participación de Alfredo Astiz durante la última dictadura Militar y su irrelevante paso por la guerra de Malvinas, no hizo más que ensuciar a las Fuerzas Armadas y a quienes sirvieron y dieron sus vidas en el conflicto armado contra Inglaterra”.

La aclaración llega porque la diputada Araujo se hizo conocida como referente de los familiares de caídos en Malvinas, “pero La Unión Federal no la reconoce como tal, siendo ésta su carta de presentación en momentos de campaña electoral. Somos una asociación que respeta a todos los espacios políticos, y que está únicamente comprometida en la defensa de la memoria de nuestros caídos, por ello repudiamos enfáticamente cualquier intento de vincularnos con este tipo de acciones”.

El repudio a la situación tampoco se demoró desde los Organismos de Derechos Humanos, y las víctimas del terrorismo de Estado. “No me sorprende en lo más mínimo, si me duele confirmar una realidad que muchos sabíamos que pasaría. En toda su carrera la hoy vicepresidenta se movía para defender a los genocidas, visitó a Videla como maestro y referente. Desde su rol de abogada luchaba para que las familias de los represores cobren indemnización”, dijo Barbara García, hija de Rocío Martínez Borbolla, desaparecida la madrugada del 13 de junio de 1976, cuando el Ejército militar irrumpió en su casa de Haedo.

“Los militares nunca perdieron el poder de las influencias y los favores. Son poderosos en contactos y en dinero, no van a parar. En mi caso personal, con Pablo Llonto en mi defensa, sucedió hace un mes algo insólito y sin antecedente: de cadena perpetua pasaron a homicidio simple, pena puede ir desde los 8 a 25 años. ¿Qué podemos esperar?”, aseguró García a Crónica.

Esta semana el tema escaló a tal punto, que un grupo de diputados de Unión por la Patria (UP) presentó un proyecto para pedir la expulsión de los seis legisladores. El proyecto lleva las firmas de decenas de diputados, como Ricardo Herrera, Lorena Pokoik, Hilda Aguirre, Blanca Osuna, Jorge Romero, Martín Aveiro, Daniel Gollan, Gabriela Pedrali, Ana María Ianni, Victoria Tolosa Paz, Santiago Cafiero y Gisela Marziotta.

Por el lado del bloque “dialoguista” también hubo quejas . Cristian Ritondo y Miguel Pichetto y algunos referentes de la UCR hicieron cola en el despacho del presidente de la Cámara baja, Martín Menem y le expresaron su descontento, por lo que entienden como una acción innecesaria.

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