Más de un centenar de estaciones de servicio a lo largo y ancho del país que surten Gas Natural Comprimido (GNC) se vieron en la obligación de “interrumpir” el suministro debido a la llegada del frío y al consumo energético que demanda en hogares, y de esta manera “priorizar” el uso de los usuarios residenciales.

Según consignó el diario Crónica, el corte de suministro se reflejó a primera hora de este jueves en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), como así en ciudades de las provincias de La Pampa, Tucumán, Neuquén, Río Negro, Catamarca y Santiago del Estero.

Es que la llegada de la primera ola de frío polar del año obligó a los usuarios residenciales a utilizar las estufas, por lo que algunas estaciones de servicio de gas natural del país adhirieron al punto de contrato que señala el “servicio interrumpible” y de esta manera garantizar el abastecimiento local. Sin embargo, los distribuidores acusan a los puntos de ventas de utilizar dicho método para comprar más barato el fluido.

Referentes de la Cámara de Expendedores de GNC señalaron que en Vaca Muerta “hay sobrante de gas” pero que “no hay forma de transportarlo”, por la interrupción de las obras en el gasoducto Néstor Kirchner —precisamente en el tramo de Salliqueló— que impide su traslado a regiones del norte, este y oeste.

Otras de las cuestiones sobre el corte de suministro es que el gas natural licuado que ingresa en barcos tiene un valor cercano a 13 dólares por millón de BTU (Unidad de energía), en tanto que el GNC en las estaciones de servicio del país se comercializa a 4 dólares el millón de BTU.

La Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) se encargó de anunciar este jueves que “se están registrando restricciones operativas ordenadas en principio por las Distribuidoras Camuzzi y GASNOR a las estaciones de servicio de expendio de GNC, por aparentes razones de fuerza mayor”.

En tanto, señalaron que “existe la posibilidad concreta de que esta situación se extienda a otras distribuidoras y en consecuencia a otros centros urbanos del país”, exigiendo “una urgente solución del tema ya que “la situación planteada no solo va en detrimento del mantenimiento de nuestros negocios, sino que perjudica directamente a nuestros clientes”.

En el año 2023, se planteó la reversión del Gasoducto Norte para posibilitar a la Argentina de no depender más de Bolivia en la importación de gas y un ahorro de importaciones, con una inversión de 710 millones de dólares. Sin embargo, las obras no serán finalizadas en su totalidad a raíz de las medidas del Gobierno nacional de sostener el superávit fiscal y ahorrar dólares del Banco Central.

Ante esta situación, el norte del país podría sufrir la falta de gas y el país vecino podría cortar los envíos, justamente por problemas de producción interno.

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