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La tensión en los mercados argentinos alcanzó niveles críticos este jueves, cuando el riesgo país superó los 1.400 puntos básicos, en medio de un desplome de los bonos soberanos en dólares de hasta 12%.
La jornada refleja la creciente desconfianza de los inversores ante la capacidad del Gobierno para enfrentar los vencimientos y se desprenden de sus tenencias.
El escepticismo se produce pese a que el ministro de Economía, Luis Caputo, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmaron que el país afrontará todos los compromisos de deuda.
Bonos argentinos en caída libre
Los títulos de deuda pública argentina sufrieron fuertes bajas en toda la curva. Entre los más afectados se destacan:
- AL29D: -10,1%
- AL35D: -12,5%
- Bonar 35: -11,8% a u$s45
- Bonar 41: -11,7% a u$s43
- Global 46: -10,9% a u$s45
Analistas señalan que los bonos argentinos operan al margen de la recuperación global de los mercados emergentes, impulsada por la baja de tasas de la Reserva Federal. Las paridades locales marcaron mínimos históricos y los compradores se mantienen cautelosos ante la inestabilidad política y fiscal del país.
Acciones y ADRs reflejan la aversión al riesgo
El clima negativo también impactó al mercado accionario. El S&P Merval cayó 3,2%, mientras que las acciones líderes registraron fuertes retrocesos:
- Transener: -8,2%
- Metrogas: -7%
- Transportadora de Gas del Norte: -6%
- Sociedad Comercial del Plata: -5,5%
- BBVA: -4,1%
En Wall Street, los ADRs argentinos mostraron bajas generalizadas, con Grupo Financiero Galicia (-6%), Transportadora de Gas del Sur (-5,9%), YPF (-5,3%), BBVA (-4,8%) y Banco Supervielle (-2%) liderando las pérdidas.
Riesgo país alcanza el valor más alto en un año
El riesgo país argentino, medido por el índice EMBI+ de J.P. Morgan, alcanzó 1.428 puntos básicos, marcando su nivel más alto en un año. Desde el 5 de septiembre, el indicador subió 28,9%, mientras que otros países de la región registraron descensos de entre 0,8% y 8,9%.
Este aumento se produjo después de que la Cámara de Diputados rechazara los vetos presidenciales a leyes que amplían el financiamiento del Hospital Garrahan y de las universidades públicas, un hecho que profundizó la incertidumbre sobre la política fiscal y la gobernabilidad.
Actualmente, el riesgo país argentino supera al de Bolivia, que se ubica en 1.414 puntos básicos, consolidando a Argentina como el país peor calificado de la región (sin contar a Venezuela, cuyo indicador alcanza los 16.354 puntos).
El economista Iván Carrino explicó a La Nación + que la falta de reservas suficientes para afrontar los vencimientos de deuda de enero por u$s8.000 millones, junto con el contexto electoral y la negativa del Congreso al plan fiscal del Presidente, alimentan la suba del riesgo país.
“La última es la que tiene más peso para mí. El Congreso discute lo fiscal y ese es el eje del programa”, señaló Carrino. En tanto, la economista Natalia Motyl agregó que la crisis de confianza tiene un origen económico, que se profundizó tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires y el desarme de Leliq, además de la negociación con el FMI y los datos externos negativos previos a los comicios.
Un trader con conocimiento de los inversores estadounidenses comparó el riesgo país con un fenómeno estructural del país, como Vaca Muerta, y advirtió que la estrategia de acumulación de reservas y la apertura de mercados de deuda eran claves para sostener la estabilidad financiera y política en los próximos años.
Contraste con otros mercados emergentes
Mientras los activos de países vecinos como Brasil y Chile avanzan tras la baja de tasas de la Fed, Argentina permanece aislada. Los inversores globales evitan la deuda argentina debido a riesgo político, fiscal y cambiario, profundizando la divergencia con otros emergentes.
El Banco Central debió vender USD 53 millones para frenar la presión sobre el dólar mayorista, reforzando la percepción de estrategia cambiaria forzada.
Perspectivas del mercado argentino
Con bonos y acciones en caída y el riesgo país en ascenso, el mercado argentino opera bajo máxima desconfianza. Los inversores priorizan coberturas cambiarias y la retirada de flujos, a la espera de señales claras que devuelvan previsibilidad al rumbo económico.
Mientras tanto, la plaza financiera argentina sigue aislada del resto de los emergentes, atrapada en una espiral de retrocesos que refleja la incertidumbre política y fiscal.
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