* Por Maria Helena Ripetta ( Diario Crónica)

El abuso sexual infantil es uno de los delitos más complejos de probar en la Justicia. La mayoría de las veces las víctimas recién pueden contarlo cuando son adultas. Ya no hay marcas físicas, pero sí psicológicas. Su relato, sus palabras, las pericias sobre ellas son la única prueba. Pero muchas veces para los jueces no alcanza.

El actor Juan Darthés fue condenado a seis años de prisión por la causa de abuso sexual a Thelma Fardin por el Tribunal Federal de Segunda Instancia de Brasil en un veredicto de dos votos contra uno. En una primera instancia había sido absuelto. Aún no irá preso porque sentencia no está firme. De hacerlo cumplirá una condena mixta, es decir, que irá a dormir a la cárcel y salir a trabajar.

Estos jueces consideraron que hay pruebas suficientes que acreditan la culpabilidad. El testimonio de Thelma fue valorado. Se respetó que ella haya podido hablar después de 10 años de los hechos denunciados cuando tenía 16 años y el actor 45.

La Justicia debe escuchar a las víctimas, es la única forma de romper con el silencio y la impunidad que les otorga a los abusadores.

Una víctima de abuso sexual no solo se enfrenta a un Tribunal, que no suele tratarla como tal, sino también a una sociedad que aún hoy sigue “justificando” a un abusador, que mira con prejuicio, que la pone en duda mucho más que al denunciado.

Thelma al ser una figura pública, al igual que el condenado, hizo que todo estuviera aún más expuesto. Sumado a las redes sociales desde donde la impunidad del anonimato se dice cualquier barbaridad.

Ella en diciembre de 2018 pudo contar, acompañada de Actrices Argentinas, lo que había denunciado en Nicaragua sobre el abuso que había sido víctima en ese país durante una gira del espectáculo Patito Feo del que formaba parte.

Empezó un camino muy largo, la Justicia también tiene sus tiempos, acompañada, pero que en definitiva tiene muchas instancias de soledad. Frente a cada pericia, frente a cada nuevo testimonio que tenía que dar a los funcionarios judiciales de distintos países, estaba sola a pesar del apoyo.

Hasta llegar a Brasil, donde Darthés se instaló porque es ciudadano de ese país. No hay extradición, pero la Justicia brasileña decidió realizar el juicio en su jurisdicción.

El debate comenzó el 30 de noviembre de 2021, su defensa trató de anularlo. Thelma una vez más tuvo que contar todo otra vez.

En mayo del año pasado, Darthés fue absuelto en primera instancia del delito de violación contra Fardin. La Justicia de Brasil, que consideró que no había prueba suficiente que probara la violación. La sentencia fue apelada.

Y hoy llegó la respuesta que le permite a Thelma sentirse escuchada y tal vez a tantas otras víctimas de abuso sexual sientan que romper el silencio tiene sentido. Al tratarse de un caso que fue público, que de alguna manera fue bisagra, donde se la juzgó socialmente a ella, mientras se exigía que al acusado solo se lo mida con la vara del Código Penal, seguramente abra otras puertas.

Darthés fue condenado por la Justicia. Thelma fue escuchada. Y al escucharla a ella, se escucha a muchas otras víctimas. Ojalá la sociedad pueda ver de una vez por todas sin prejuicios, sin machismo a las víctimas de abuso sexual. Que de una vez por todas se las acompañe y no se las ponga a ellas en el banquillo de los acusados.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios