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El clásico se jugó con el rigor de la Patagonia: lluvia, frío intenso y viento cruzado que obligó a postergar el inicio. Bancruz, local administrativo, y Boxing disputaron un choque áspero y de detalles en el Emilio “Pichón” Guatti, con un marco atípico: las tribunas lucieron casi vacías y buena parte de los hinchas observó el partido desde los vehículos que rodearon la cancha.
En el primer tiempo, Bancruz se asentó mejor. Presionó alto, trianguló por los costados y encontró profundidad con Matías Portillo. A los 25 minutos, un centro suyo cerró al segundo palo y el corte de la defensa evitó el 1–0. Seis minutos más tarde, Portillo quedó mano a mano; amagó ante Agustín Gómez y cayó dentro del área. El juez marcó saque de arco y, en la repetición, la jugada dejó dudas. Sobre el cierre, un tiro de esquina exigió otra buena intervención del arquero albiverde. Boxing respondió poco en esa etapa y aceptó el trámite lejos del arco rival.
El complemento cambió el pulso. Boxing ajustó metros, emparejó la mitad y encontró el gol a los 60: lateral largo al área, una peinada que nadie despejó y Jonatan Vallejos, recién ingresado, conectó de volea para quebrar a Bautista Uviedo. Con la ventaja, el albiverde administró energías, presionó en bloque medio y buscó lastimar de contra. Bancruz no se resignó: a los 77 el palo salvó a Boxing tras un remate desde afuera, y entre los 80 y 88 insistió con tiros de media distancia ante un rival replegado. La más nítida quedó a los 89: Kevin Marshall apareció libre por el segundo palo y elevó su definición por encima del travesaño. En tiempo agregado, Boxing dilapidó un 2 contra 1 claro y Bancruz tuvo su último córner sin consecuencias. Final: 1–0 y puntos de oro para el local del escenario.
Hubo espacio para las voces. Esteban Arias, entrenador de Bancruz, expresó su fastidio por dos acciones puntuales: “Bronca, con bronca, porque creo que el penal a Portillo podría haber modificado el rumbo del partido. No lo cobró. Después un offside también claro que cobró y no era. Está bien, nosotros intentamos; ellos hicieron el gol, la metieron; estos partidos fueron cerrados y se llevaron un triunfo”. En el análisis futbolístico, reconoció qué faltó: “En el segundo nos faltó paciencia y estar más finos para definir“. Y bajó línea para lo que viene: “Recién arranca; hay que trabajar cada partido. Ahora se viene Escorpión y vamos a afrontarlo de la mejor forma”.
Del otro lado, el capitán albiverde Julio Lezcano valoró el oficio del equipo: “Fue un partido muy luchado, trabajado. Ellos tienen un gran equipo y se trabajó bien la victoria”. Sobre las quejas por el arbitraje, marcó su postura: “El árbitro trabajó bien para los dos. Siempre hay errores, pero se equivoca para los dos. Lo que se destaca es el laburo que hicimos para que los tres puntos se queden acá”. Y, respecto del proceso de un plantel con muchas caras nuevas, pidió tiempos lógicos: “Hay un proceso para todo. Llegamos muchos jugadores sobre el inicio y hay que tener paciencia para que se dé todo”.
Con el resultado, la Zona 3 quedó comprimida: Escorpión y Boxing sumaron 4 puntos, mientras que Deportivo Esperanza y Bancruz quedaron con 1. El calendario aprieta y la lectura es nítida: en el Regional, los márgenes son mínimos y los detalles —una pelota parada, un rebote, un cierre a tiempo— resuelven tardes enteras. Bajo la lluvia y con ventanas empañadas alrededor del estadio, el clásico volvió a mostrar que Río Gallegos respira fútbol incluso cuando el clima diga otra cosa.
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