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Escorpión FC inició la semana clave con el libreto claro: plantel competitivo, logística aceitada y foco en el estreno del Regional ante Boxing. En los estudios de Radio LU12 AM680, el presidente Juan Montoya repasó el estado de situación: “Hoy entregamos nuestra lista de buena fe. Tenemos todos los pases listos y contamos con la ayuda de Diego Aspitia, nuestro asesor deportivo, que nos guió en cada paso”. El club confirmó que hará de local en la cancha de Hispano Americano y que el segundo partido ya quedó señalado para el viernes frente a Esperanza.
La puesta a punto incluyó nombres propios. Lucas Pugh (delantero, surgido en River, con pasos por Arsenal y el exterior) y Ramiro Catracchia (lateral/volante zurdo, con recorrido en River, Atlanta, Riestra y Almagro) ya entrenaron con el grupo, al igual que Alex Almaraz y el arquero Ignacio Gallardo, quienes sumaron rodaje en el torneo local. “La calidad de los refuerzos es excepcional; esto no viene a sacar a los nuestros, que tienen muy buen nivel. Buscamos subir la vara y hacer más competitivo el día a día“, explicó Montoya, y anticipó dos llegadas más: Lucas Núñez (tras rescindir con Deportivo Las Parejas) y Brian Toledo, con arribos previstos para el cierre de la semana.
Los referzos ajustaron hábitos con doble turno y adaptación al contexto patagónico: viento, césped sintético y viajes largos. Pugh lo sintetizó así: “Es un desafío nuevo. Me estoy adaptando al pique del sintético y al viento. Me encontré con una familia más que un equipo, un grupo muy unido. Ojalá podamos ascender”. Catracchia, de 19 años, coincidió: “Fue movilizante dejar mi casa, pero no dudé cuando me contaron el proyecto. Venimos a competir”.
Montoya ubicó el debut en su justa medida y valoró el nivel de la plaza: “Prefiero enfrentar a los mejores; eso hace crecer. Hoy Río Gallegos tiene cuatro equipos en el Regional y jugadores repartidos con muy buen nivel. Si a cualquiera le toca subir, va a pelear”. El dirigente también agradeció a sponsors y a los apoyos públicos: “Sin ellos sería cuesta arriba. La situación está difícil; cualquier ayuda —dos pelotas, camisetas, pecheras— suma y ordena”.
De la puerta hacia adentro, Escorpión profundizó la identidad: trabajo de lunes a lunes, cocina propia en los viajes y una comitiva que sostiene cada detalle. “Nosotros mismos preparamos la mesa y limpiamos. Es otra manera de vivir el torneo y forja el grupo”, describió Montoya. En la pizarra de Padín, la mezcla de base local y refuerzos apunta a incorporar variantes: diagonales y ruptura con Pugh, salida y recorrido por izquierda con Catracchia, agresividad en la presión y pelota parada para desnivelar partidos cerrados.
El camino comienza ya. Domingo, 16.00, en el “Pichón” Guatti: estreno ante Boxing. Viernes, 21.00, Hispano : presentación como local frente a Esperanza. Dos pruebas en cinco días que exigirán rotación inteligente y concentración plena. En una ciudad que respira fútbol y compite bajo viento, frío y viajes extensos, Escorpión eligió una hoja de ruta simple y ambiciosa: orden, intensidad y pertenencia.
La reflexión final deja el pulso de la previa: Escorpión se asume parte de una escena que subió la vara en Río Gallegos. Con estructura en crecimiento, asesoramiento profesional y un plantel que combina escuela local con experiencia foránea, el equipo de Padín encara el Regional con los pies en la tierra y la mira alta. Lo inmediato es competir; el objetivo, como repitieron en el estudio, es claro: pelear por el ascenso. Después, hablará la cancha.
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