La División Interpol de la Policía Federal detuvo el jueves por la noche a Alejandro Antonio Mirabo, el delincuente que pesa 200 kilos y se escapó cuando debía ser extraditado a Italia.

Se requirió un equipo de bomberos, una autobomba y un vehículo especial para llevarlo hasta una celda.

“Otra vez ustedes”, fue la reacción del prófugo cuando los efectivos lo capturaron en un aguantadero ubicado en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge.

¿Qué hizo?

El hombre, de 51 años, tenía pedido de captura de la Justicia italiana y se escapó en agosto pasado. Fue condenado en el país europeo a 30 años de cárcel por hurto de vehículos, robo agravado y falsificación de documentos hasta violencia sexual, amenazas y secuestro.

Según los registros migratorios locales, Mirabo regresó a la Argentina el 18 de mayo de 2019 desde Uruguay por el paso fronterizo de Colón-Paysandú.

Luego, registró domicilios en la Capital Federal y en Lanús pero su mesa de votación estaba asignada en una escuela en Mar del Tuyú.

Allí fue encontrado por Interpol a comienzos de junio y quedó detenido bajo prisión domiciliaria hasta el día fijado para la celebración de la audiencia de extradición, el último 23 de agosto.

Sin embargo, nunca se conectó al Zoom y cuando la Policía fue a registrar su domicilio, no estaba ni él ni sus pertenencias. El dueño de la vivienda dijo que Mirabo, que le alquilaba, se fue sin avisar y sin pagarle. “Lo único que me dejó fue una cama rota y comida en la heladera”, se quejó.

Fuente: LMNeuquén

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