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Una tragedia estremecedora conmociona a Río Cuarto. Una mujer de 47 años asesinó brutalmente a su hijo adolescente, quien la cuidaba debido a sus problemas psiquiátricos. El crimen, ocurrido en el barrio Obrero, generó gran consternación en la comunidad y abrió un debate urgente sobre salud mental y protección familiar.

El crimen ocurrió en una vivienda ubicada en calle Aníbal Ponce al 1100. Aaron Benjamín Alaniz, de apenas 14 años, fue hallado sin vida al lado de su cama, con 12 puñaladas en el rostro y cuello. La autopsia confirmó que el corte más profundo, ubicado en la zona del cuello, fue el que le causó la muerte. El informe forense también descartó que el menor haya intentado defenderse, lo que indica que no hubo enfrentamiento previo con su agresora.

La madre estaba bajo tratamiento por esquizofrenia

La madre del menor, María Eugenia Juárez, de 47 años, convivía con su hijo, quien la cuidaba debido a su diagnóstico de esquizofrenia. Según fuentes judiciales, el adolescente permanecía con ella para acompañarla y evitar que se autolesionara. Se presume que Juárez pudo haber sufrido una descompensación producto de una falla en la medicación o en el tratamiento psiquiátrico, lo que habría sido el detonante del filicidio.

Fue el padre del menor quien descubrió la escena: la mujer estaba sentada junto al cuerpo sin vida de su hijo, en estado de shock, con la mirada perdida y al lado del cuchillo presuntamente utilizado en el crimen. El arma blanca, junto a elementos ensangrentados y teléfonos celulares, fueron secuestrados por la Policía Judicial para avanzar en la investigación.

Juárez fue detenida por orden del fiscal Pablo Jávega, titular de la Fiscalía de Fuero Múltiple N°1, e imputada por homicidio calificado por el vínculo. Actualmente se encuentra internada con custodia en el Hospital San Antonio de Padua, a la espera de los resultados de pericias psiquiátricas que determinarán si es imputable penalmente.

Dolor en la comunidad: el adolescente era alumno del IPEM 330

Aaron cursaba segundo año en el IPEM 330 “Edgardo Roberto Prámparo” y era muy querido en su comunidad. El hecho ha generado una profunda tristeza entre docentes, compañeros y vecinos del barrio, quienes todavía no logran comprender la magnitud de la tragedia.

El asesinato de Aaron Alaniz pone en el centro del debate la necesidad urgente de reforzar los sistemas de salud mental, de asistencia social y de prevención en contextos familiares de alto riesgo. La investigación continúa en curso para esclarecer completamente los hechos y establecer responsabilidades legales y médicas.

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