La conductora ató a su perro a la parte trasera de su Peugeot 206 y lo arrastró a toda velocidad. Recorrió casi 1 kilómetro en la localidad mendocina de Tunuyán mientras el can agotado comenzaba a trastabillarse al tiempo que sus patas sangraban por la violenta fricción con el pavimento.

Indignados con la terrible escena, los vecinos intentaron detenerla, pero la dueña del labrador estaba fuera de sí por lo que no frenó hasta que se vio obligada a hacerlo cuando una camioneta y una moto la interceptaron.

 

Una vez que cesó la marcha, una vecina sacó su celular y grabó la escena que inmediatamente se viralizó en las redes sociales y generó un repudio generalizado. Mientras tanto, la Policía llegó al lugar e indagó a la conductora que al ser consultada por su actitud ofreció una inesperada respuesta. Les dijo que solamente lo estaba llevando a su casa.

 

Casi de inmediato, al lugar llegó un veterinario que al revisar al animal constató que tenía las cuatro patas lastimadas y que había sufrido una enorme pérdida de sangre.

 

“Tomando conocimiento e intervención en el hecho el Ayudante Fiscal en turno, dispuso la revisión del can raza labrador pelaje negro constatando los veterinarios lesiones en sus cuatro miembros con gran perdida de sangre, constatable por el personal policial mediante simple vista de las manchas hemáticas que se muestran en la carpeta asfáltica y en el trayecto recorrido”, reza la denuncia realizada por la  ONG “S.O.S Patitas en la calle que se presentó en defensa del perro.

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