Las especulaciones comenzaron ayer, tras el desembarco de Iván de Pineda como conductor junto a Jésica Cirio. De Pineda contó que Rozín no iba a seguir al frente del programa y dijo: “Se toma un tiempo para resolver unas cuestiones personales y espero que vuelva pronto con nosotros. Es el creador”

Al revisar el último envío de La Peña de Morfi de 2021, que se emitió el 26 de diciembre, en el cierre, el periodista se dedicó a hacer un extenso brindis de despedida y agradecimiento tanto para sus compañeros, su familia, como para la audiencia del programa. A partir de esto comenzó diciendo:  “Pensaba mientras venía para acá que, por algunas razones, el brindis personal por primera vez me lo guardo. ¿Por qué? Porque lo tengo bien. Es lindo tener el brindis bien. Lo tengo bien. Quiero a los que me quieren. Me quieren a los que quiero. Lo saben. Voy derecho al laburo”.

Por otro lado, el conductor agregó: “El brindis lo divido en tres partes. Mientras venía para acá pensaba, eso no estaba entre los tres, pero espero que entre. Soy un tipo que no tuve nunca un fin de semana. Nunca. Comencé a trabajar a los 15 años en un diario y en los diarios se usaba tener franco viernes y sábados o domingos y lunes. Desde entonces, y no hay queja, porque me ha ido bien en la vida. Vivo de lo que me gusta. Cero queja es cero queja, es solo un comentario. Mis hijos nunca me vieron un fin de semana completo. Porque cuando no fue una cosa, fue otra. Yo hace más de 30 años que trabajo y nunca tuve un fin de semana, salvo las semanas de vacaciones. Hoy entendía que yo trabajo para una gente que disfruta de una manera distinta. Yo disfruto tratando de que disfruten”.

Te cambia la perspectiva entender que cada uno con su laburo decide su gramática. De dormir a los hijos, de irse de vacaciones y nosotros somos de esta. De esta banda, no me gusta decir de esta raza. Que se reconoce tanto en la señora vestuarista que está ahí, como en un señor de Boca que me ha perturbado los últimos ocho meses acá con mucha malicia. Esa es la casa nuestra, no la vida nuestra”, dijo Rozín con la voz quebrada y siguió: “La casa nuestra, no la vida. Habitamos esa casa, este mundo donde trabajamos todos para hacer este programa”.

Luego de hacer una pausa y conteniendo el llanto, Rozín sostuvo: “Hay algo de lo que acá se ha generado que nos ha hecho bien. A nosotros y a mucha gente que pasó la pandemia, los enfermos, los muertos, mirándonos un ratito porque sentían que la música los ayudaba. Esa mezcla rara, que ya dijimos el año pasado, hoy se repite. Con más esperanza, con mucha más alegría, con más vacunas y con ganas de salir rajando de todo esto. Pero quería ser muy puntual en el agradecimiento. Como lo quiero hacer con todos los compañeros y compañeras. Hacer este programa en vivo cinco horas es un dolor de tujes divino y sale y nos gusta”.

“El tercero de los agradecimientos, tiene que ver con lo que decía Jésica. Si miran de lejos, programas de música donde una persona toca cinco temas seguidos es algo que no se usa más. No digo ni que esté bien, ni que esté mal. Pero eso que hacemos nosotros nos llena de orgullo y nos da felicidad. Sentimos que cada vez que alguien descubre una canción, un músico o una letra que lo ayuda a ser más feliz, ¿sabés que sentimos nosotros? Que esa persona estaba sola y no está más sola. Porque tiene una canción”, dijo Rozín luego de que se le vuelva a cortar la voz y pueda terminar: “Los que amamos las canciones somos así. Cuando hacemos esta clase de programas sentimos que sacamos de la soledad y llevamos a la alegría, a la fiesta y el baile a un montón de gente. Yo brindo por todo lo que dije y, por sobre todo, por la música. Lo que ha generado este programa, que nos tiene unidos, nos va a reencontrar el año que viene y nos permite decirles a ustedes, gracias por estar todos los años” concluyó.

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