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Bajo el eje curatorial “Arte-Territorio-Futuro”, del 26 de octubre al 2 de noviembre tuvo lugar la II Bienal Internacional de Arte de Río Negro (BIARN).
La BIARN recibió más de 80 proyectos de Argentina, Latinoamérica, Europa y Asia, de los cuales 20 fueron seleccionados para realizarse en Valcheta.
Desde Río Gallegos, Santa Cruz, viajaron las integrantes de la Colectiva Viento Negro, Ana Copto, Fernanda Bonil y Yesica Gallegos, con su proyecto “¿Cuál es el sabor de tu memoria?”.
“Cuando llegamos a Valcheta notamos que se trataba de un pueblo muy pequeño, con habitantes muy afectuosos y hospitalarios, podías conversar tranquilamente con cualquiera de ellos, nos sentimos muy acompañadas, no sólo nosotras, sino también todo el grupo de artistas con el que convivimos estos ocho días de pura alegría”, contaron a su regreso a La Opinión Austral.
La bienal, “más allá de ser una competencia, fue un profundo acto de convivencia humana, no éramos artistas, éramos seres con saberes que compartimos y dejamos en el pueblo”, comentaron y sobre su experiencia particular, contaron que “tuvimos el enorme placer de compartir nuestros días con la maravillosa Olga Arden, ‘Olguita’, una vecina que abrió las puertas de su casa y su cocina, nos permitió conocer sus recetas, su historia familiar, nos escuchamos, así como hacen las amigas. Ella tuvo muchas formas para nosotras, había un poco de nuestras madres y abuelas en ella, en sus almuerzos del mediodía, las charlas con Gancia y fernet, y su espera atenta a nuestra llegada. ‘Olguita’ fue contactada por Juan Montelpare, el director de la bienal, quien hizo el nexo para que nuestra acción tuviese lugar en su hogar”.
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La performance de Viento Negro consistió en “armar un banquete sobre una mesa larga con los platos que habíamos estado preparando junto a ‘Olguita’: niños envueltos en hoja de parra, buñuelos de acelga y torta mil hojas. Durante la ‘perfo’ cocinamos en vivo tortas fritas, una parte con la masa de ‘Olguita’ y otra parte con nuestra masa, no había diferencias en las formas de preparación, pero sí en las manos, nuestras manos son diferentes a las de ‘Olguita’, contamos otra historia, al igual que las de ellas cuentan su propia vida. Ese día fue emotivo y conmovedor, esa palabra estuvo flotando en el aire durante muchos días porque fuimos muy felices, no sólo por llegar con lo que otras nos han legado, sino también por ‘Olguita’, quien es una mujer que vive sola por decisión propia, que nos permitió ser su compañía estos días y nos abrazó como cualquier madre lo haría”.
Para Copto, Bonil y Gallegos, la participación en la BIARN representaba, habían adelantado, un aprendizaje tanto colectivo como individual en el que esperaban entrelazar saberes, encontrarse y estar en movimiento, como siempre, haciendo arte.
La BIARN recibió más de 80 proyectos de Argentina y sólo 20 fueron seleccionados.
“La bienal para nosotras sigue representando una instancia de aprendizaje, no sólo como artistas, sino también como personas, volvernos buenas personas a través del arte, mejorar en quienes somos, creo que ese debería ser uno de los fines absolutos del arte“, reflexionaron.
La posibilidad de ganar existía, pero aún no siendo el objetivo, sucedió.
“Ganamos el primer premio y, por supuesto, estamos muy contentas, también sorprendidas, solemos trabajar sin pensar en lo que podemos conseguir de ello, nuestras satisfacciones no son monetarias, pero este premio nos ayuda plenamente a continuar con nuestros sueños comunitarios, sueños que tienen que ver siempre con el otrx. Al final siempre lo que hacemos termina adoptando una forma distinta, un rostro otro, una sonrisa que no siempre es la nuestra, pero que llena nuestras incertezas. Ganamos más que plata, ganamos a ‘Olguita’, una amiga en Valcheta“, manifestaron.
El segundo premio fue para Rocío Toppetti de Bariloche con la performance “Trapitos al sol” y el tercero para el Colectivo Expedición Laboratorio Intermitente de Córdoba “Cómo mantener vivo un paisaje”, que integra el artista oriundo de Río Gallegos Nahuel Sánchez, residente en Córdoba. Además hubo una mención especial para Celeste Gomiz, de Buenos Aires, con “La tierra, el árbol, la pluma”.
A horas de su regreso de Valcheta, desde la Colectiva Viento Negro ya extrañan a su amiga “Olguita”.
Sobre lo que vendrá, desde Viento Negro adelantaron: “Estamos trabajando en un proyecto hace aproximadamente dos años y ese proyecto nos ha llevado mucho tiempo y dinero. Pensamos emplearlo en ese mismo trabajo, aún no hemos dado detalles de lo que estamos armando, aunque algunos amigos cercanos ya lo saben, pero preferimos todavía mantenerlo tras un velo, uno muy translúcido, porque pronto van a tener noticias sobre el resultado de nuestro laburo”.
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