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Un total de 33 obras artísticas fue expuesto el viernes y el sábado en el medioambiente, en cercanías a las ciudades de El Chaltén y El Calafate.

Alma blanca” fue el nombre con el que se denominó a la muestra integrada por 20 esculturas y 13 cuadros escultóricos realizados con distintas técnicas, aplicando pastas, engobes artesanales santacruceños, óxidos y esmaltes artísticos en distintos tonos, prevaleciendo el engobe blanco santacruceño, creación propia de la profesora y artesana Verónica Corvalán, y el esmalte blanco. Además, se destacan dos obras de Corvalán, en las cuales se utilizaron lustres metálicos de tercer fuego.

Esculturas expuestas en el medioambiente.

“La muestra se trata sobre el guanaco blanco, el guanaco albino, al cual no vemos seguido, lo han visto por Bajo Caracoles, por la zona de Gobernador Gregores. Hay documentos y hay videos, pero es difícil encontrarlo”, comentó Verónica Corvalán al suplemento Arte y Cultura de La Opinión Austral.

La producción de las obras se inició en abril, en el taller de cerámica de arte rupestre a cargo de Corvalán, y su resultado fue el expuesto en cercanías a El Chaltén, en el caso de las esculturas, y en proximidades a El Calafate, en el caso de las fotos y los cuadros.

Las artistas también realizaron cuadros.

Las autoras son Graciela Aldaz, Marcela Almonacid, Aldana Buera, Natalia Calabria, Claudia Díaz, Ruth Espinoza, Sandra Hernández, Lorena Muñoz, Carina Palacios, Cecilia Pérez Rasetti, Mariela Righetti, Ana María Taboada, Sandra Villegas, Ana Inés Zalaya, Susana Hidalgo (quien es descendiente tehuelche), Yessinia Luque de Los Antiguos y la profesora Corvalán.

“Trabajaron todo lo que son las técnicas de escultura y cuadros, en los colores blancos, en engobes blancos santacruceños, en esmalte blanco, arcilla roja de Santa Cruz y arcilla blanca. Y el contraste es óxido de manganeso. Con esos materiales hicieron las combinaciones de los cuadros y de las esculturas”, precisó.

Todas las obras de esta instalación tienen de protagonista al guanaco blanco y a partir de allí se desprende la creatividad que se congrega con la cultura, la fauna, los paisajes y los pueblos originarios.

De esta manera, expuestas en el medioambiente, las obras de arte se reencontraron con la misma naturaleza que las inspiró.

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