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El automovilismo deportivo lamenta el fallecimiento de Julián “Kimba” López, un entusiasta del automovilismo deportivo desde muy joven, habiéndose integrado como piloto con su auto particular, un Fiat 600 blanco con el que hizo sus primeras armas en un circuito que estaba ubicado a la derecha de la ruta 3 adonde hoy  desemboca la Avenida Balbín.

Por aquellos años comenzaba a surgir con mucho empuje la categoría 850 Regional y Julián sería uno de sus artífices participando luego activamente en las competencias de ruta como la Doble Horquetas o la Doble Esperanza, años difíciles sin autódromo, las 24 Horas o las 6 Horas de Santa Cruz.

Julián se integraría luego a la faz comercial de la ciudad con el pseudónimo de “Kimba” y en lo que terminaría como Kimba Repuestos actualmente pero nunca dejo de lado la actividad, a tal punto que fue fundamental para varios pilotos que se estaba iniciando en el karting, tal el caso de Gonzi Sanchez y de otros que pasaron por su taller y aprendieron de “Kimba” el fantástico mundo del automovilismo.

No podía estar lejano su hijo Martín Emilio, por el que Julián veló durante varios años, viéndolo debutar en la Fórmula (por aquel tiempo 850), para luego compartir con él su paso por el automovilismo nacional en el intento de crecer en la actividad pero los altos costos les impidieron seguir adelante.

Julián siguió junto a su hijo quien participó activamente en varias categorías como la 1300 e incluso en el TPS (Turismo Pista Santacruceño), armando motores, asesorando y aportando su conocimiento y trabajando en el desarrollo y armado de las categorías del karting por muchos años.

A tal punto que hace pocos días su hijo Martín resultó campeón de la Master (+40) pero ya Julián estaba delicado de salud por lo que vio y compartió con su hijo pero no pudo hacer mucho, y Martín lo recordó con respeto en la entrega de premios, haciendo relación a su precario estado de salud.

Se fue Julián López y con él un recordado entusiasta y practicante activo del automovilismo deportivo por muchos años, colaborador incansable de la actividad por lo que se lleva un recuerdo fenomenal de muchos que tuvieron la suerte de conocerlo.

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