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Si bien José Muñiz en su dilatada trayectoria por los circuitos sureños pocas veces tuvo inconvenientes mecánicos, hubo una vez en que en la ciudad de Punta Arenas dio una sola vuelta cuando cuando se prometía una competencia de arduo final con lo mas granado de la época.

Se corría aquel 17 de enero de 1965 en el reconocido circuito de Tres Puentes en el acceso a la ciudad y su retorno por la zona costera, con la presencia de pilotos que habían llegado desde Santiago de Chile para estar presentes en el magno evento, como Raúl “Papín” Jaras, Bartolomé Ortiz que ostentaba el título de campeón chileno y  Boris Garafulich entre los mas destacados.

La clasificación había dejado como saldo un ordenamiento que prometía una lucha sustancial en el camino, con Raúl “Papín” Jaras adelante seguido de Goodfrey Finlayson y de José Muñiz, Bartolomé Ortiz, Mario Vitelli, Boris Garafulich, Eusebio Ilhero, Ernesto Dietter, Esteban Capkovich, Jorge Kusanovich, Jaime Sorich, Eulogio Cofré y Luciano Santa María.

Largada la final y ya entrando a la zona de retome costero, Jaras dominaba las acciones con tranquilidad y tratando de tomar distancias seguido de Ortiz y de Finlayson , mientras que José Muñiz con una frustración fenomenal solo podía acelerar los primeros metros y se quedaba con un serio problema mecánico, algo que nunca le había sucedido.

José se bajó del auto junto a Edel Spotti su acompañante y con mucha bronca comenzó a inspeccionar el motor para comprobar que no había nada que hacer porque se había roto, pero no fue el único, porque en el desarrollo de la carrera se romperían varios motores mas, entre ellos de quien iba ganando que era Papín Jaras.

En las primeras vueltas Jaras comenzó a tomar distancia de Bartolomé Ortiz y de Goodfrey Finlayson quienes pugnaban por la segundo ubicación, hasta que promediando la mitad de la prueba en la “subida de Slavic” del lado de la costa, Ortiz sufrió un tropezón y chocó contra un poste abandonando, mientras que Jaras seguía hasta que faltando solo dos vueltas para terminar, el auto del líder mostraba una pequeña columna de humo azul a la altura de la bahía Catalina y quedaba con una biela tomando el fresco sol del estrecho de Magallanes, y Goodfry Finlayson el local, llegaba en primer lugar a la bandera de cuadros ganando con amplitud sobre Mario Vitelle y sobre Jaras que a duras penas y humeando mucho arribaba tercero.

Sería esa una de las pocas y casi la única vez que José Muñiz rompía el auto en carrera, algo que prácticamente no le sucedió nunca mas en su frondoso historial deportivo, pero esa vez, el forcito no quiso mas y lo mostró sin tapujos.

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