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En las últimas horas falleció en la provincia de Córdoba el riogalleguense Ricardo Lopezcalo, un recordado piloto de la época de oro de la categoría 850 Regional en los años 70, partícipe activo del automovilismo deportivo y recordado habitante de la ciudad que lo vio nacer.

Miembro de una recordada familia de la ciudad, Ricardo fue amante de los fierros toda su vida y representa la memoria de muchos que como el protagonista, poblaron la categoría en los años de mayor auge de la especialidad cuando se iniciaban las carreras con los autos con la carrocería original sin reformas ni cortes.

Fanático del Renault Gordini inició su participación para pasar luego a integrar el equipo llamado “El Trencito Portuario” junto a otro reconocido piloto como Carlos Rodríguez, hoy habitante de El Calafate, y ambos lograron la incorporación de un motorista-mecánico y amante también del automovilismo como Rolando “Ronnie” Van Herden, quien terminó llevando adelante el equipo con los dos pilotos, a los primeros lugares de la categoría.

El nombre derivó del barrio donde vivía la familia Lopezcalo muy cercana al puerto de Río Gallegos, por lo que se usó esta nominación para todo el equipo durante bastante tiempo, y ambos cosecharon excelentes resultados para el equipo y para el buenazo de Ronnie Van Herden, otro recordado en la historia de los que la vivieron mas de cerca.

Ricardo debutó en 1971 y ya en 1972 había subido al podio cuando terminó segundo el 19 de diciembre en la carrera aniversario de la ciudad que ganara Luis Ramiro “Cholo” López, y al año siguiente fue tercero el 11 de febrero, séptimo el 29 de mayo y segundo nuevamente en el Gran Premio del Carbón en Río Turbio el 12 de diciembre.

En el año 1974 tendría dos abandonos por razones mecánicas, uno el 13 de Octubre y el otro el 22 de diciembre, pero terminaría segundo otra vez el 15 de febrero y cuarto el 17 de noviembre de ese año, y finalmente luego  de varios esfuerzos personales y de equipo, ganaría en Río Gallegos el 9 de noviembre de 1975 y terminaría tercero el 21 de diciembre.

De aquí en mas sería mas esporádica su presentación pero Ricado Lopezcalo ya tenía una copa de campeón, la que había perseguido por varios años en la categoría y si bien vendió su auto y dejó de correr, nunca mas se alejó del automovilismo deportivo, estando siempre presente en muchas carreras del interior acompañando a amigos y a colegas de la prensa con quienes disfrutó de estos viajes.

Fue un entusiasta y en este protagonista, recordamos a tantos otros que a través de los años y del tiempo, le dieron a la categoría mas famosa de la ciudad, un rol preponderante y reconocido por todo el ambiente durante muchos años y hoy se fue Ricardo, y con él mucha historia del automovilismo deportivo plagado en anécdotas y cuentos para recordar.

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