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Luego de haber obtenido el torneo U15 en la ciudad de Comodoro Rivadavia, lo que significó un gran festejo para la gente de Hispano Americano, en principio por haberle ganado a su gran rival San Miguel en campo neutral y como colorario de una demostración de nivel mas que importante al dejar detrás a los dos grandes equipos de la zona como Federación Deportiva y Náutico Rada Tilly, los celestes se transforman en el mejor equipo de la región sur del país.

Sin lugar a dudas que esto ha sido un espaldarazo mas que singular en el mes y el año del centenario de la entidad, que llega a su cumpleaños 100 con un titulazo mas que importante en el básquetbol patagónico, aunque luego de una trayectoria de años y años, de haber jugado hasta en la mayor categoría de la Argentina, el club no tenía nada que demostrar porque ya lo había hecho.

Pero en este caso se logra con el semillero del club, con los jugadores todos formados en la institución de la calle Alberdi, por lo que tiene una significación especial y mas que pretendida por todos los celestes que continúan festejando este galardón que será conmemorativo ahora a lo largo del tiempo cada vez que se recuerde en centenario.

Sin lugar a dudas un “poroto” mas que llamativo para la historia de una de las instituciones mas grandes de la Patagonia y con una tradición basquetbolística que supera ampliamente a cualquier otra de la región y se iguala a las de mas al norte, tal el caso de Gimnasia y Esgrima de Comodoro que tiene unos añitos mas en el tema.

Con esto los hispanista encaran su cumpleaños y los festejos lógicos de tantos años, desde aquellos primeros equipos de los años 30, pasando por el conjunto de los “santiagueños” de los años 60 hasta llegar a la cúspide máxima que fue jugar el Torneo nacional durante varios años en lo mas alto del básquetbol argentino que también es lo mas alto del básquetbol sudamericano.

Tantas historias llenarían páginas y páginas del básquetbol celeste, desde el mismísimo “Chucao” Alvarado hasta el inefable Mario Fernández en el siempre emblemático “Tito Wilson”, la caldera celeste de la calle Alberdi como le diéramos en llamar hace unos años han jalonado años y años de básquetbol como ninguna otra entidad, y de allí el respeto que la sociedad tiene por el club y su gente. respeto ganado con altura y con esfuerzo, algo digno de imitar.

 

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