En una noche memorable en Tokio, Fernando “El Puma” Martínez, escribió su nombre en los libros de historia del boxeo argentino al vencer por puntos en fallo unánime al experimentado Kazuto Ioka, frente a una audiencia entregada en el Ryogoku Kokugikan.

Nacido en el barrio de La Boca y caracterizado por su cabello teñido de azul y oro, Martínez, quien ya ostentaba el título de la división supermosca de la Federación Internacional de Boxeo, añadió a su palmarés el cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo que estaba en posesión del japonés Ioka.

Martínez, bajo la tutela de Rodrigo Calabrese, llegó al combate con un récord impecable de 16 victorias en igual número de peleas profesionales, nueve de ellas por nocaut. Su rendimiento sobre el ring mostró una preparación física y estratégica excepcional, llevando la iniciativa desde el primer asalto contra un rival de la talla de Ioka, conocido por su experiencia y títulos previos en múltiples divisiones.

Al finalizar la pelea, un emocionado Martínez dedicó su victoria a su familia y al país. “Estoy muy feliz. Es para mi viejo que me vino a visitar desde el cielo. Es para todos los Martínez, los quiero un montón. Gracias a Japón por la hospitalidad y los regalos. Espero volver pronto. ¡Aguante Boca, carajo! ¡Somos campeones!“, expresó el campeón argentino.

Martínez elogió la valentía y resistencia de Ioka. “Fue una batalla intensa. Lancé todo mi poder y él se mantuvo firme. Fue justo lo que la gente quería ver, una guerra en el ring “, comentó el argentino, quien recordó a grandes leyendas del boxeo argentino como Pascual Pérez, Horacio Acavallo y Nicolino Locche, todos campeones en tierras japonesas.

Con esta victoria, Fernando “El Puma” Martínez consolida su posición como una figura prominente en el boxeo mundial y abre nuevas puertas para su carrera. Su próximo paso será defender sus títulos y seguir escribiendo capítulos memorables en la historia del deporte argentino.

EN ESTA NOTA Puma Martínez

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