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Desde tiempo inmemorial que el boxeo tuvo lugar especial en Río Gallegos, primero en el pueblito patagónico de los años 20 y 30 y luego en el crecimiento notable de la ciudad en los últimos 50 años, pero las reminiscencias de los primeros tiempos aún se guardan con mucho respeto.

Por ello los primeros torneos que organizaba el Boxing Club se realizaban en el ring que se armaba en un local comercial donde existía un almacén llamado “El Mercadito” en las actuales Alcorta y Errazuriz donde hoy se asienta un laboratorio de análisis clínicos en diagonal con una famosa guardería infantil.

Allí aparecieron figuras como Urcesino Fernández quien lograra ser el campeón del año 1925-1926, José Cornejo y otros mas que poblaron el ring del almacén por bastante tiempo, e incluso las presencia de boxeadores de la vecina Punta Arenas como el recordado combate entre Miguel Rau y el campeón chileno Antonio Aguilar que representaba al club Scout, pelea que tuvo lugar en marzo de 1926 y que ganara el galleguense Rau con el arbitraje de Arturo Wilson y los jurados que fueron Máximo Loewenthal y Willy Williams.

Aún en el tiempo se recuerda el fenomenal combate entre Ricardo Gebbard que fue el ganador contra Pedro Aquiles Riquelme y en 1932 se llevaron a cabo dos campeonatos para elegir los púgiles que pelearían contra los seleccionados de la ciudad de Punta Arenas organizados por Américo Oreggia, Edmundo Linero y Francisco Cambó.

De todos estos festivales surgieron boxeadores como Argentino Rubalcaba, los hermanos Cimadevilla, Jimmy Nicolitch, y pasando unos diez años mas adelante, los campeones de 1944 en peso mínimo Osvaldo Barría, peso mosca Manuel Barcia, y Tito Cádiz, en peso gallo Pedro Cádiz y Oscar Aburto, peso pluma Ramón Cádiz, categoría liviano Pedro Barragán, medio mediano Omar Ortíz o medio pesado Jimmy Nicolitch, quien se enfrentaría en 1944 a Aarón Nowina, otro recordado combate de ese tiempo.

Luego los festivales pasarían también a ser algo cotidiano los fines de semana en la calle 9 de julio en el Centro Gallego entre otros lugares hasta recalar en los años 60 en el Tito Wilson del Hispano Americano donde combatió Argentino Lorenzo, el Pampa Morales y otros recordados de la época e incluso hasta Jorge Fernando “Locomotora” Castro visitó el ring del Hispano.

Luego sería el ring del Boxing Club nuevamente pero en el último piso del edificio de la Avenida San Martín con la presencia de Walter Gómez afincado en la ciudad y su pupilo Fabián Alvarez, donde pasaron varios como Fabián “Motita” Torres y un sinfín de nombres que hicieron historia, pero que es mucho mas fresco en el tiempo.

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