Aunque en Caleta Olivia recae la sombra de la segunda ola de infecciones de coronavirus -algo que preocupa a gran parte de la comunidad-, los jóvenes continúan eligiendo lo clandestino a la hora de hacer fiestas masivas en espacios cerrados y de estructura reducida. Sin respetar las medidas de cuidado ante el COVID-19, como lo son el uso de barbijo, la sanitización de manos y ropa o el distanciamiento social.

 

Últimamente, en la localidad caletense se viene dando que vecinos llaman a la comisaría más cercana para alertar por grupos de personas que llevan a cabo estos encuentros ilegales, que ponen en máximo peligro a la sociedad. Así ocurrió el pasado domingo a las 3 de la madrugada, cuando en la Seccional Primera se recibió un llamado anónimo que denunciaba una fiesta en una vivienda de la calle Progreso López al 263.

 

Ante esto, un móvil de efectivos salió con destino al lugar. Una vez allí, los uniformados oyeron música a alto volumen que provenía de la casa en cuestión y mientras esperaban afuera para detectar movimientos, vieron a un grupo de jóvenes egresando del domicilio.

 

De este modo, el oficial a cargo de la intervención buscó al propietario del lugar, quien le indicó que era solamente “una reunión de amigos”. Luego, los efectivos le solicitaron que salgan todas las personas del interior –eran alrededor de 50 hombres y mujeres– y les notificaron el incumplimiento de medidas dispuestas en relación al virus.

 

La Policía terminó por incautar bebidas como vino, vodka, cerveza, gaseosas, jugos, entre otros.

EN ESTA NOTA Fiesta clandestina

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