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El fuerte temporal que afectó a Caleta Olivia dejó secuelas visibles, y la respuesta comunitaria fue inmediata, incluso desde el cuerpo de Bomberos Voluntarios “Caleta Olivia”. Miguel Barrientos, presidente de la institución, detalló que, debido a la falta de operatividad del cuartel, él y varios compañeros salieron a asistir a los damnificados actuando como un grupo de vecinos y no como fuerza oficial.
“Estuvimos trabajando, permíteme aclarar que no como bomberos voluntarios, salimos como un grupo de vecinos ya que no contamos con la operatividad”, le dijo al diario La Opinión Austral. El comienzo de trabajo se dio luego del pedido de ayuda de uno de los integrantes, a partir de ello empezaron a surgir otros requerimientos de vecinos que necesitaban asistencia urgente.
El grupo respondió a una gran demanda de ayuda, especialmente después de que las líneas de Protección Civil y Servicios Públicos se saturaran. Barrientos le informó a este medio que ayer tuvieron “alrededor de 20 salidas” y que por el momento continuaban recibiendo llamados.
Las tareas se centraron en lo que estaba a su alcance en vehículos particulares. El foco principal fue la seguridad estructural: “Fuimos al Bicentenario, a un vecino se le cayó el paredón, una parte lo ayudamos a apuntalar lo que faltaba del paredón” y en “ayudar a sujetar los techos que querían volar“.
Barrientos fue claro al establecer los límites de la ayuda: “Aclaramos al vecino que no contábamos con los medios para ir, o sea que si no tenía una escalera para llegar al lugar, tenía que llamar a Protección Civil o a Bomberos de provincia, porque nosotros no salíamos con la camioneta nuestra”. Por lo tanto, no pudieron atender voladuras de tanques de agua o portones caídos.
Además de las estructuras, el equipo solidario abordó riesgos eléctricos: “Tuvimos un par de llamados a la noche con el tema de los cables, la gente por ahí estaba volviendo la luz y tenían miedo que las ramas corten los cables del pilar a la casa, así que tratamos también de con el aval de ellos de cortar esa rama para que no se caiga porque tenían miedo por el viento”.
Finalmente, expresó su visión sobre el impacto general del temporal en la ciudad, calificándolo como “una desgracia” por las familias que perdieron sus casas o sus construcciones a medio terminar.
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