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El Tribunal Oral Federal de Santa Cruz dictó una resolución que cambia el destino procesal de REJ Jofre Ortega, un joven mendocino de 31 años radicado en el barrio Golfo San Jorge de Caleta Olivia. Jofre Ortega enfrentaba una acusación seria: el presunto suministro de estupefacientes a título gratuito, destinado a uso personal y en grado de tentativa, con el agravante de haber ocurrido dentro de un centro de detención. Sin embargo, la balanza de la justicia se inclinó hacia una salida alternativa que promete un beneficio tangible para la comunidad caletense.
El escenario de esta resolución fue una audiencia celebrada el pasado 17 de diciembre, donde la defensa oficial, liderada por Gastón Morillo, propuso formalmente la suspensión del juicio a prueba, una herramienta jurídica conocida popularmente como “probation“.

Según pudo saber La Opinión Austral, el ofrecimiento no fue menor y puso el foco en las carencias locales: una reparación económica de 100.000 pesos, destinada íntegramente a la entrega de mercadería e insumos de utilidad para el Hospital de Caleta Olivia. Esta suma se cancelará en tres cuotas mensuales, asegurando un flujo de recursos para el centro de salud santacruceño en momentos donde cada insumo cuenta.
Pero el compromiso asumido por el imputado va más allá de lo económico. El fallo, rubricado por el Juez  Luis Alberto Giménez, impone a Jofre Ortega la obligación de realizar actividades solidarias en el Comedor “Pancitas Felices” por un lapso de seis meses.

La justicia entendió que, dado que el acusado carece de antecedentes penales y el delito no involucra a funcionarios públicos, la suspensión del proceso por dos años es la vía más razonable y constructiva.
El dictamen contó con el visto bueno del Fiscal Gastón Pruzan, quien consideró que la propuesta de la defensa era motivada y fundamentada, cumpliendo con los estándares de razonabilidad que exige la ley. Además del trabajo comunitario y la donación al hospital, Jofre Ortega deberá abonar el mínimo de la multa prevista por la Ley de Estupefacientes y cumplir con reglas de conducta estrictas: fijar un domicilio, abstenerse del uso de armas y no abusar de bebidas alcohólicas ni sustancias en forma pública y ostensible.

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