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En una maniobra que pone en evidencia la creciente sofisticación del delito en la Patagonia, autoridades judiciales y policiales llevaron adelante un operativo de magnitud que derivó en el secuestro de más de 3.500 kilogramos de cobre de alta pureza, además de armas de fuego y herramientas utilizadas para escalar estructuras industriales. El hallazgo fue resultado de una investigación judicial que apunta a una red organizada dedicada al robo sistemático de materiales esenciales en yacimientos petroleros, con conexiones que se extienden hasta otras provincias del país.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral a través de fuentes policiales y judiciales consultadas, se pudo saber que todo comenzó con un control vehicular de rutina, en el que agentes de seguridad detectaron un camión procedente de la provincia de Salta, propiedad de una firma dedicada a la compra de metales. Lo que llamó la atención fue que el transporte llevaba numerosas bolsas con cobre de pureza superior, un material que no se comercializa libremente, ya que su adquisición está reservada a través de licitaciones oficiales de las operadoras petroleras. Esta irregularidad encendió las alarmas de las autoridades, que rápidamente conectaron esta carga con los robos denunciados en distintos yacimientos de la provincia de Santa Cruz durante las últimas semanas.

Todo comenzó con un control de rutina de un camión que venía de la provincia de Salta.

La causa quedó bajo la órbita del Juzgado de Instrucción N° 1 de Las Heras, a cargo de Eduardo Quelín, quien ordenó una serie de allanamientos simultáneos en distintas localidades estratégicas del norte santacruceño: Las Heras, Pico Truncado y Caleta Olivia. El despliegue fue ejecutado por personal de las Divisiones de Investigaciones (DDI) de dichas localidades, con el apoyo de agentes de Perito Moreno y bajo la supervisión directa del ministro de Seguridad Pedro Prodromos y el secretario de Estado de Seguridad Bruno Gómez.

Los resultados de las diligencias fueron categóricos: además del material metálico incautado, se hallaron arneses, trepadores, teléfonos celulares, anotaciones y documentos clave que permitirían reconstruir el circuito delictivo y determinar la cadena de responsabilidades.

Una de las armas incautadas en los procedimientos. (FOTO: POLICÍA SANTA CRUZ)

Uno de los episodios más significativos del operativo se dio en zona de yacimiento, donde una camioneta fue interceptada luego de una breve persecución. En su interior se encontraron armas de fuego, hecho que refuerza la presunción de que las bandas involucradas no solo actúan con planificación, sino también con una estructura paramilitar que les permite operar en terrenos inhóspitos y con alto riesgo.

Un móvil del Ministerio de Seguridad durante uno de los procedimientos. (FOTO: POLICÍA SANTA CRUZ)

 

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