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Este miércoles en la provincia de Santa Cruz, dos mujeres se vieron atrapadas, literalmente, por anillos que no podían quitarse y recurrieron a la ayuda de los cuarteles locales.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, el primero de los hechos tuvo lugar en Puerto San Julián, cuando una vecina se presentó en la guardia del Cuartel 3 de Bomberos solicitando asistencia por un anillo incrustado en su dedo anular. Según informaron fuentes del cuartel, la situación exigía una maniobra quirúrgica: se utilizó un torno de precisión tipo Dremel para cortar cuidadosamente el metal, sin dañar la piel de la paciente. La intervención fue calificada como “exitosa”, y el personal destacó la importancia de contar con herramientas adecuadas para este tipo de emergencias no convencionales.

Casi en paralelo, en Caleta Olivia, los bomberos del Cuartel 16 enfrentaron una situación similar. Otra mujer llegó al destacamento con un anillo atascado en uno de sus dedos, ya visiblemente inflamado. Nuevamente, la intervención fue ejecutada con profesionalismo: utilizando una herramienta de corte diseñada para estas circunstancias, lograron liberar el dedo sin complicaciones y, sobre todo, sin provocar heridas.

Ambos episodios, si bien pueden parecer triviales en comparación con las emergencias tradicionales, pusieron en evidencia la capacitación integral del personal y su disposición para actuar con compromiso ante cualquier requerimiento de la comunidad.

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