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Pablito, un niño de 12 años que padece acondroplasia, una forma de enanismo, enfrenta una dura batalla judicial para acceder a la medicación que podría mejorar su calidad de vida. Su madre, Débora Paredes, denunció una serie de obstáculos impuestos por las autoridades provinciales, nacionales y por su obra social, OSPE (Obra Social de Petroleros), que siguen sin garantizar el tratamiento que necesita con urgencia.
“Estamos sufriendo discriminación por parte de la Provincia, Nación y la Obra Social OSPE“, escribió Débora en un mensaje en su cuenta de Facebook, solicitando solidaridad y difusión. En su posteo, la madre de Pablito expuso que, mientras dos niñas de la misma patología ya reciben su medicación, a su hijo no se le brinda la misma respuesta, a pesar de que la necesidad es idéntica y urgente. “Pablito está esperando respuestas, y mientras tanto, está siendo abandonado. El interés superior del niño se está ignorando”, señaló la mujer.
El caso de Pablito es una cuestión de acceso a un medicamento y también de derechos humanos. Hace algún tiempo, una jueza dictó una medida cautelar ordenando que la Provincia de Santa Cruz se haga cargo del tratamiento. También se solicitó la colaboración de OSPE y de Nación para asegurar que Pablito recibiera su medicación, pero a pesar de la orden judicial, la familia sigue sin respuestas concretas.
La situación se complica aún más al enterarse de que, según indicó Débora en declaraciones a La Opinión Zona Norte, “hay otra niña que ya comenzó el tratamiento, a pesar de no contar con obra social” y señaló la contradicción entre las promesas de inclusión y apoyo a las personas con discapacidad por parte de los políticos, diputados y funcionarios. “¿Dónde están todas esas leyes de las que tanto se llenan la boca los políticos cuando un niño como Pablito está siendo discriminado?”, se preguntó.
“Queremos que nos escuchen, queremos que entiendan que lo que están haciendo es un abandono de persona”, dijo Débora y agregó “estamos hablando de un niño que tiene derecho a una vida digna, y las autoridades están ignorando su derecho al tratamiento, a la salud”.
“¿Por qué a Pablito no le dan lo que necesita? La discriminación que está viviendo mi hijo es insoportable“, concluyó Débora, haciendo un llamado a la sociedad y a los medios de comunicación para que no dejen caer este reclamo que, hasta el momento, no tiene solución
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